El Padre del ajedrez en Cuba

Carlos Manuel de Céspedes no solo fue el Padre de la Patria, sino también se le considera como el Padre del ajedrez en Cuba.
Su pasión por el juego ciencia lo acompañó en la manigua, en la conspiración independentista y hasta pocas horas antes de morir.
En la Cuba del siglo XIX, donde los españoles colonizaban la nación, Carlos Manuel de Céspedes movía piezas no solo en el campo de batalla, sino también sobre el tablero escaqueado. Nacido el 18 de abril de 1819, en Bayamo, Céspedes fue abogado, poeta, revolucionario… y ajedrecista. Su vínculo con el juego ciencia no fue casual: en la sociedad La Filarmónica de Bayamo, patriotas como Perucho Figueredo, Francisco Vicente Aguilera y el propio Céspedes se reunían para jugar ajedrez mientras conspiraban contra el dominio español
En 1855, Céspedes tradujo del francés al español las leyes del ajedrez escritas por Louis Charles Mahé de La Bourdonnais, uno de los grandes maestros del siglo XIX. Esta traducción fue publicada en el periódico El Redactor de Santiago de Cuba, convirtiéndose en uno de los primeros textos ajedrecísticos en español,en la isla. Este gesto no solo revela su erudición, sino también su deseo de democratizar el conocimiento del juego.
Durante la Guerra de los Diez Años, Céspedes llevaba consigo un tablero y piezas de ajedrez a través de la manigua. El ajedrez era para él más que entretenimiento: era estrategia, disciplina y resistencia.
El 27 de febrero de 1874, pocas horas antes de morir en combate contra las tropas españolas, Céspedes jugó su última partida de ajedrez. Este acontecimiento, en medio de la tragedia, simboliza la serenidad y el temple que lo caracterizaron. El juego lo acompañó hasta el último aliento, como si las piezas fueran testigos silenciosos de su legado.
En 1980 se instituyó el torneo internacional Carlos Manuel de Céspedes, donde participaron figuras como Jesús Nogueiras, Guillermito García y Silvino García. Aunque tuvo una pausa en 1998, el certamen se reanudó en 2012, perpetuando la memoria del patriota ajedrecista.
Carlos Manuel de Céspedes no solo liberó esclavos en La Demajagua, también liberó ideas sobre el tablero. Su vida fue una partida jugada con coraje, visión y estrategia. Y como en el ajedrez, supo que cada movimiento podía cambiar el destino de una nación.
Imagen: tomada de Cubaperiodista.
