Una telenovela turca… otra más

Esta semana concluye Una parte de mí, la telenovela turca del momento en Multivisión. Los amantes del folletín de toda la vida han encontrado en estas producciones turcas la oportunidad de seguir tramas y personajes sin más pretensiones que las de entretener. Sin mucha enjundia, sin grandes moralejas, sin reivindicaciones sociales, sin trasfondo histórico, sin complejos planteamientos conceptuales.

Y esta telenovela en particular ha rizado el rizo. Aquí solo ha importado la peripecia, la sucesión incansable de sucesos. Mantener a la teleaudencia en un estado de permanente expectación. Aquí siempre estuvo pasando algo (o muchas cosas al mismo tiempo), se marcaron puntos de giro periódicamente, entraron y salieron personajes al ruedo… con la evidente intención de evitar los puntos muertos.

Nada que objetar si se mantuviera una elemental coherencia de la historia. Pero con tal de garantizar un ritmo trepidante, se han violentado las lógicas de no pocos de los personajes y se ha llegado al punto de comprometer aquí y allá cierta verosimilitud de los sucesos.

Al menos los actores han tenido material para encarnar sin maniqueísmo sus roles.

Una parte de mí no ha marcado un hito en programación de  la Televisión Cubana. Es otra telenovela turca para pasar el rato. Sin complejos, sin grandes sorpresas. Una telenovela que no se instalará con fuerza en el imaginario popular… porque sencillamente es una más… entre cientos de producciones de una industria que crece, y crece, y crece…