Dominó en la Pista Recreativa los domingos

Todos los domingos en el proyecto de desarrollo local Pista Recreativa de Caibarién, campeonatos de dominó. Todavía está a tiempo de realizar inscripciónes para el venidero domingo.
El dominó es más que un simple juego de mesa; es una expresión cultural profundamente arraigada en la sociedad cubana. Su origen se remonta a siglos atrás, con raíces que se pueden rastrear hasta el siglo XII en China, aunque su popularidad se consolidó en Europa y, posteriormente, en América Latina. En Cuba, el dominó se ha convertido en un símbolo de convivencia, amistad y tradición, representando un espacio de socialización y entretenimiento.
El juego llegó a la isla a través de los colonizadores españoles y, con el tiempo, se adaptó a la idiosincrasia cubana. En las calles, plazas y hogares, el dominó se juega con fervor y pasión, convirtiéndose en un ritual que trasciende generaciones. Los cubanos no solo juegan por diversión; el dominó es una forma de conectar con los demás, de compartir historias y risas. Es común ver a grupos de amigos o familiares reunidos alrededor de una mesa, con las fichas dispuestas y el sonido característico de las piezas chocando, mientras discuten estrategias y comparten anécdotas.
Para los cubanos, el dominó simboliza la resiliencia y la comunidad. En un país donde la vida cotidiana puede ser desafiante, este juego ofrece un respiro, un momento para disfrutar y olvidar las preocupaciones. Además, se ha convertido en un medio para transmitir valores como la paciencia, el respeto y la competitividad sana. Las partidas pueden ser intensas, pero siempre están impregnadas de camaradería.
El dominó también es un elemento presente en celebraciones y festividades, donde se organizan torneos y competencias que atraen a jugadores de todas las edades. Esta práctica no solo refuerza los lazos familiares y amistosos, sino que también promueve el sentido de pertenencia a una comunidad.
En conclusión, el dominó es mucho más que un juego en Cuba; es una tradición que refleja la identidad cultural del país. A través de sus fichas y reglas, se teje una red de relaciones humanas que trasciende el tiempo y las circunstancias. Para los cubanos, jugar al dominó es una forma de vivir la vida: con alegría, conexión y un espíritu indomable.
Imagen: tomada de Inder Caibarién en Facebook.
