Memes, una expresión artística colectiva que ocupa el lugar de las tiras cómicas

Érase una vez, allá por el siglo XX, cuando la gente disfrutaba leyendo tiras cómicas en los periódicos.
Hoy, a muchos nos gusta ver (y compartir) memes irónicos en línea, e incluso los menos conscientes socialmente sonreímos cuando alguien los envía, quizás por WhatsApp.
Ahora, estas imágenes divertidas, que pasan de un teléfono a otro, acaban de ser promocionadas como una expresión artística colectiva por expertos, con muchas similitudes con las tiras cómicas clásicas.
¿Quién no recuerda el meme del «novio distraído» (un novio distraído que, mientras pasea con su novia, pone los ojos en blanco al ver el trasero de otra chica)? Fue uno de los memes más populares de los últimos años, junto con «Batman abofeteando a Robin».
El meme original, el del novio distraído, no se creó con este propósito.
Era una foto, tomada por el fotógrafo Antonio Guilliem, extraída de plataformas de imágenes y combinada por primera vez con una tira cómica irónica de una banda de rock turca.
Tras innumerables modificaciones, se volvió viral en casi todas partes, con una multitud de tiras cómicas diferentes adjuntas con fines irónicos, políticos y sociales.
Desde entonces, 2017, una gran cantidad de contenido digital irónico y sarcástico se ha vuelto inmensamente popular, rebotando de redes sociales en redes sociales de todo el mundo.
Entre los más recientes se encuentran los que presentan a los protagonistas del Cónclave del Vaticano, el género del «Papa Fantástico» y la gaviota posada junto a la chimenea de la Capilla Sixtina, por nombrar solo algunos.
¿Son los memes las nuevas tiras cómicas? La comparación la realizó la investigadora del cómic Michelle Ann Abate, de la Facultad de Educación y Ecología Humana de la Universidad Estatal de Ohio, quien demuestra cómo este tipo de contenido representa una nueva e importante tipología de cómics digitales, una forma de arte pop.
«Los memes utilizan muchos de los mismos elementos visuales y verbales que caracterizan a un cómic, y estos elementos funcionan de manera muy similar. Por lo tanto, sin duda deberían considerarse un tipo de cómic», explica Abate en un artículo en The Journal of the Comics Studies Society.
El término «meme» (del griego μίμημα/mímēma, «imitación») es un elemento cultural que se transmite, mediante la imitación, de un individuo a otro y presenta varios aspectos similares a los del cómic que contribuyen al humor.
«Por supuesto, en el cómic, el artista suele producir tanto el dibujo como el lenguaje. En los memes, se utiliza una imagen básica, conocida como ‘macroimagen’, y se añaden comentarios propios», especifica la experta. «Usar una imagen preexistente como base para un meme es similar al sampling en la música.
Alguien toma ese contenido básico, lo reutiliza, lo reinventa y lo desarrolla hasta convertirlo en una obra de arte original», explica.
La aportación del lector también puede ser crucial en el mundo del cómic. Este es el caso del Concurso de Subtítulos de Dibujos Animados de la revista The New Yorker. Desde 1999, la revista publica un solo panel semanal, sin bocadillos ni diálogos. Los lectores envían sus ideas para el elemento verbal faltante y el ganador se elige mediante votación pública.
«El concurso de subtítulos de The New Yorker suele presentarse como una especie de colaboración abierta, pero también es una especie de meme, enfatiza Abate. Un salto cualitativo para las imágenes que compartimos a diario, ahora promovidas a una nueva forma de arte popular, colectivo y en constante evolución.