Siembra tu pedacito

¿Sembrar combustible?

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La evolución de las ciencias y las tecnologías validan el empleo de la moringa para la creación de combustibles alternativos…

El equipo de investigadores del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables de La Habana (CETER) desarrolla un estudio para evaluar la eficacia y la seguridad de la moringa como biocombustible.

La planta moringa, también conocida como “el árbol milagroso”, es originaria de la India que ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus numerosos beneficios para la salud. Contiene una gran cantidad de nutrientes esenciales, incluyendo vitaminas, minerales, proteínas y antioxidantes.

Entre los beneficios más destacados de la moringa se encuentran: mejorar la salud cardiovascular, fortalecer el sistema inmunológico y regular la azúcar en sangre. Además, también se ha utilizado tradicionalmente en la medicina ayurvédica y se ha demostrado su eficacia en el tratamiento de otras afecciones como la artritis, el asma y la anemia. Sin embargo, pocos conocen su potencial como biocombustible.

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Los científicos del proyecto descubrieron la existencia de altos niveles de aceites vegetales en las semillas de moringa. La oleaza es extraída y convertida en biocombustible. “El proceso de obtención es sencillo y requiere de maquinaria disponible en instalaciones de producción”, constató Yosvany Díaz Domínguez, integrante del estudio y profesor de la Facultad de Ingeniería Química.

Con respecto al avance de la investigación, Jesús Suarez Hernández, Ingeniero químico y colaborador del proyecto, afirmó que el estudio está en la fase III de ensayo clínico. Las pruebas a nivel piloto demostraron la viabilidad de utilizar la moringa como fuente de biocombustible. El biodiesel proveniente de la planta logró el movimiento constante de una moto durante más de 30 minutos.

Por su parte, Pedro Antonio Rodríguez, Ingeniero agrónomo y también miembro de la investigación, precisó que para el mes de mayo del presente año, diversas entidades del estado comenzarán a invertir en la producción de la planta para obtener energía renovable de origen vegetal.

“En el país existen las condiciones climáticas favorables para el cultivo del árbol. Asimismo, su siembra no compite con alimentos. Las plantaciones son en suelos poco fértiles y requiere escasa agua”, añadió.

Ramón Piloto Rodríguez, Doctor en Ciencias Biológicas y fundador del CETER, expresó que Cuba presenta una dependencia de los combustibles fósiles en todos los sectores de la industria, desde el transporte hasta la electricidad. Dicho contexto impulsó, desde 2023, la búsqueda de vías para integrar los comburentes alternativos a la matriz energética.

De acuerdo al artículo científico Semillas y Biocombustibles, de Jordi Cebrián, el combustible proveniente de la moringa disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes. Además, contribuye a mitigar el cambio climático y mejorar la calidad del aire.

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