Cuba se despidió in extremis del baloncesto en Juegos del Futuro
Cedió en semifinales ante el plantel de Vietnam, a la postre el campeón de la llamada liga B
La selección cubana de baloncesto figital protagonizó hoy un partido memorable en los I Juegos del Futuro, en esta ciudad rusa, aunque ello no se tradujo en victoria.
Acudió a su partido semifinal contra un equipo de Vietnam capaz de derrotar el domingo al plantel de Rusia en esta, la llamada liga B de la cita, lo cual le otorgaba sin duda un notable aval.
A pesar de la preparación realizada y los ajustes tácticos de última hora, Andy Castellanos y Arle Dayán Zaporta no pudieron igualar en los comandos a los jugadores vietnamitas, muy efectivos en tiros largos y en las transiciones rápidas con el balón.
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El resultado fue abrumador, nada menos que de 7-20, de cara a los siete minutos de juego físico en la cancha ubicada en una de las modernas salas de la Expo de Kazán.
El profesor Julio Altunaga compartió la estrategia con sus alumnos, en clara ventaja por su estatura, pero con una diferencia en el marcador notable para la modalidad de 2×2, en que las canastas dentro de la botella valen un punto y dos desde más allá del perímetro.
Aunque en los primeros compases se intentó jugar punto a punto y defender férreamente, muy pronto se dieron cuenta de que borrar la desventaja, incluso creciente por momentos, exigía colar desde la larga, dominar los rebotes y parar la ofensiva de los oponentes.
Mucho empeño y desgaste implicó la hombrada de igualar la pizarra, lograda a segundos del final con tanteador de 26-26.
Entonces se pasó a lo “desconocido” hasta el momento, una especie de tanda de penales, pero en este caso a tiros libres. Tres obligatorios por cada bando, alternadamente, y luego tantas rondas como hicieran falta…
Ibrain Torres y Andy lograron sus encestes mientras los vietnamitas fallaron una vez y quedaron a la suerte del fornido Zaporta. Este asumió la línea de tiro con seguridad y aptitud, pero su balón pegó frontal al aro y comenzó la “muerte súbita” ante la expectación de los cientos de asistentes.
Siete rondas en total pasaron hasta que Ibrain, efectivo varias veces antes, fallara y concluyera el partido y el sueño de llegar a la final de un evento novedoso, sin antecedentes para los cubanos y muy exigente.
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Mientras los vietnamitas festejaban a lo grande, como los “matagigantes” de la justa, la parte cubana se consolaba en el esfuerzo y los aprendizajes, esenciales ahora para poder triunfar en el futuro.
Un rato después, el equipo Libertadores de Venezuela se apoderó de la Expo Kazán con una victoria muy similar a la firmada por los vietnamitas, pero en su caso ante los anfitriones rusos.
La final entre vietnamitas y venezolanos sonrió a los primeros, que salieron delante en las computadoras y después aguantaron el embate sobre las canchas, incluso marcando desde la distancia en momentos cruciales.
Así acabó la experiencia para los seis elencos incluidos en este segundo nivel, dentro del cual figuraron tres latinoamericanos, de Cuba, Venezuela y Colombia.