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Vacunación anti-COVID-19 y lactancia materna: dos procesos vitales

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La leche materna es la primera vacuna y la más completa que reciben los niños y las niñas al nacer, por lo que la decisión de lactar por dos años y más, tiene importantes beneficios para la salud y el bienestar tanto del bebé como de su madre.

Amamantar es tan importante que la Organización Mundial y Panamericana de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, y los especialistas cubanos recomiendan no separar al binomio madre-bebé y continuar lactando, incluso en los casos en que las madres están enfermas con el SARS-CoV-2.

El doctor Pablo Roque Peña, coordinador nacional del Programa de Lactancia Materna y Bancos de Leche Humana del Programa de Atención Materno Infantil, afirmó que la leche materna no constituye una vía de transmisión del virus.

Siempre que se mantengan las medidas higiénicas recomendadas: el distanciamiento físico, uso de mascarilla sanitaria, lavado de las manos antes y después de manipular al bebé, desinfección de todas las superficies y objetos de uso frecuente, no existe peligro de un posible contagio.

Sin embargo, a partir de los ensayos clínicos con los candidatos vacunales que se desarrollan en el país, varias son las madres en Cuba que han valorado la posibilidad de abandonar la lactancia materna para vacunarse, refirió el especialista de Primer Grado en Pediatría.

En este momento los estudios de los candidatos vacunales no incluye a las embarazadas, las puérperas ni las madres que lactan, hasta no tener suficientes evidencias de que son seguros para este grupo de riesgo (para los cuales, hasta el momento no hay estudios que puedan avalar su seguridad).

Expresó que corresponde a las madres elegir siempre lo mejor para ellas y para sus hijos, por lo que deben estar bien informadas.

Si bien la vacunación nos protege, quitarle el pecho al bebé, no importa la edad que tenga, lo coloca en desventaja al infectarse con el virus SARS-CoV-2 u otras enfermedades, incluso algunas que lo pueden llevar a la gravedad, tanto o más que la pandemia.

La leche materna no es solo un alimento, sino una fuente de sustancias biológicas que influyen directamente en el desarrollo de los diferentes órganos y sistemas de los infantes. Resulta vital su influencia en la maduración del sistema inmunológico y la protección contra enfermedades infecciosas, lo que evita, además, el desarrollo de enfermedades inmunoalérgicas como el asma, enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, diabetes mellitus tipo I y algunos tipos de cáncer.

Se plantea que el lactante amamantado correctamente es más delgado al año que el que tiene alimentación artificial, evidencia que se relaciona con el estar más protegido para no desarrollar obesidad, diabetes mellitus tipo II e hipertensión arterial, enfermedades que hoy son más frecuentes en las etapas finales de la niñez y la adolescencia, señaló el médico cubano.

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Para la madre también es importante mantener una alimentación saludable y continuar la lactancia materna. Esto contribuye a eliminar la grasa acumulada durante el embarazo, lo que previene el sobrepeso y la obesidad, la hipertensión y la diabetes mellitus tipo II.

Muchas personas creen que ingerir más alimentos, y en especial los ricos en calorías, aumentará la cantidad de leche, algo que no es cierto, esto solo hace que engorden, pues la cantidad de leche aumenta a partir de la estimulación y la colocación frecuente del bebé para que vacíe la mama, insistió Roque Peña.

La lactancia debe comenzar desde el mismo nacimiento y mantenerse de manera exclusiva hasta los seis meses de nacido el bebé, a partir de ese momento continuar con lactancia materna a libre demanda por dos años y más, y comenzar la incorporación de alimentos saludables.

Si las madres deciden cumplir con esta recomendación, los beneficios serán mayores y más percibidos por ella. También es imprescindible mantener la disciplina, estar al tanto de todas las medidas y cumplirlas, no recibir ni hacer visitas, no salir con el bebé de la casa a no ser por una razón justificada, y los miembros de la familia que trabajan fuera del hogar, deben mantener todas las medidas para evitar el contagio.

El coordinador nacional del Programa de Lactancia Materna refirió que a partir de la grata noticia del inicio de los ensayos clínicos en población pediátrica, sin incluir los menores de tres años, el llamado sigue siendo a la protección.

Tomar la decisión correcta actualmente es muy importante, por lo que recomendamos seguir amamantando, tener paciencia y cuidarse mucho, que así también protegemos a nuestros niños y niñas.

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