El misterio sonoro de las playas de Cayo Santa María

Las costas de Cayo Santa María, en Cuba, guardan un fenómeno natural poco conocido que sorprende a quienes pisan su fina arena blanca. El peculiar sonido que emite la arena al caminar sobre ella ha despertado la curiosidad de turistas y científicos por igual, añadiendo un nuevo atractivo a este destino caribeño reconocido por sus playas vírgenes y ecosistemas protegidos.
Este fenómeno, llamado arenas cantarinas, ocurre cuando la fricción entre los granos de arena y el aire atrapado en ellos genera vibraciones que se perciben como tonos agudos o susurros musicales. La arena de estas playas cubanas contiene granos de cuarzo redondeados que al desplazarse producen un efecto acústico único.
La calidad sonora depende de varios factores, entre ellos la pureza, la humedad y la ausencia de polvo en la arena, condiciones que se cumplen en las playas de Cayo Santa María, según especialistas que estudian playas cantarinas en diferentes partes del mundo.
Las arenas cantarinas no solo fascinan por su sonido. Se integran al entorno de un paraíso natural donde los visitantes pueden disfrutar de aguas cristalinas, arrecifes coralinos y playas extensas que se extienden por kilómetros.
Lugares como Playa Las Gaviotas o Playa Perla Blanca presentan este fenómeno y mantienen su estado casi virgen gracias a regulaciones estrictas que evitan la sobreexplotación turística y preservan su biodiversidad. Visitantes reportan que caminar sobre esta arena se convierte en una experiencia multisensorial que añade un componente mágico al disfrute del Caribe cubano.
Cayo Santa María ofrece más que playas idílicas. El sonido de sus arenas cantarinas agrega un atractivo poco común que distingue a este enclave de otros destinos turísticos. La conservación de estas playas resulta fundamental para mantener la calidad del fenómeno natural y la salud del ecosistema costero. Además, la oferta turística de la zona incluye actividades acuáticas como el buceo y el snorkel, que permiten a los viajeros explorar la riqueza marina y complementan la experiencia sensorial en tierra firme.
Este fenómeno natural en las playas de Cayo Santa María representa un puente entre la ciencia, la naturaleza y el turismo, ofreciendo a quienes lo visitan no solo imágenes para el recuerdo, sino también sonidos que permanecen grabados en la memoria. El misterio y la belleza de estas arenas cantarinas convierten el destino en un lugar donde la naturaleza habla a través de sus granos de arena, invitando a descubrir un secreto bien guardado en las costas cubanas.