El repentismo cubano está de luto
Cuba entera recordará la impronta de Tomasita Quiala por ser una de las más grandes exponentes del repentismo
La noticia de la partida física este 12 de junio de la reina del pie forzado: Tomasita Quiala, conmueve a los cubanos que crecimos escuchando sus improvisaciones. Orgullo del arte nacional y madruguense; un pueblo pequeño que la acogió como hija ilustre, donde ha sido parte de su historia y de la Revolución.
Los cubanos fieles a su poesía, recordamos cuando se elevaba su voz cada primero de mayo en la Palmita, por donde entró por primera vez a la Habana, la Caravana de la Libertad encabezada por Fidel Castro; las controversias nunca olvidadas: Güira de Melena, Frente a la provocación, Valgo la pena, El Hijo, Mensaje para un hermano; los contrapuntos con sus rivales más frecuentes, donde multiplicaba el verbo con la velocidad de la luz, los tantos festivales de Medellín, España, Argentina y Portugal donde fue la reina del repentismo y las peñas campesinas donde no faltaba la voz de Tomasita.
Juana Tomasa Quiala Rojas, una mujer con una luz inmensa en la palabra, una fuerza interior que brotaba auténtica y sin tapujos, la maestra de las redondillas que entre perspicacia y sátira cautivó a su público. La emblemática cubana que nos hizo llorar con los versos a Fidel, la repentista que en varias ocasiones captó la atención de los televidentes en Palmas y Cañas, la mujer que ha demostrado al mundo que el talento no tiene límites ni fronteras.
Cuba entera recordará su impronta por ser uno de sus más grandes exponentes del repentismo, al enarbolar el arte y el punto cubano.
Hoy la tonada campestre,
ha enmudecido su voz,
para decir, no un adios,
sino un eterno hasta siempre.
Hoy la rima improvisada
se asomó entristecida,
presencia la despedida
de Cuba para Quiala.
Esa guajira cubana
que nos hizo emocionar,
y muchas veces llorar
con su voz y su tonada.
Como olvidarte risueña
entre aplausos y emoción,
por la rima y la canción
de los domingos de peña.
Como saldar esta deuda
con un poema a tu altura,
no existe palabra alguna,
ni frase para este verso,
pero el sentimiento inmerso
reverencia tu cultura.
Maestra de redondillas,
poeta de la razón,
así te recordaremos
entre guitarras y sillas.
Por tu firme cubanía,
por tu fuerza y tu tesón,
por toda la melodía
de tu poema sensato,
por tu repentismo innato
y un inmenso corazón.