Caibarién

¡A jugar dominó!

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Caibarién como toda Cuba se enuentra en modo verano. Por ello, te recordamos una de las opciones que brinda el Inder del municipio. En áreas del parque La Libertad hay un área permanente de recreación donde puedes ir a jugar dominó y compartir con los amigos de la ciudad.

¿Quieres saber más sobre el dominó? Te contamos: (tomado de Ecured)

El dominó (galicismo de domino) es un juego de mesa en el que se emplean unas fichas rectangulares, generalmente blancas por la cara y negras por el envés, divididas en dos cuadrados, cada uno de los cuales lleva marcados de cero a seis puntos. El juego completo de fichas de dominó consta de 28 piezas, en cada una de las cuales se representa un par de valores posibles. Hay otras variantes de juegos de dominó, en las que hay valores de 0 a 9 en vez de 0 a 6, lo que da un total de 55 fichas.

El dominó surge hace mil años a partir de los juegos de dados. No parece que la forma actual de 28 fichas dobles y rectangulares fuese conocida en Europa hasta que, a mediados del Siglo XVIII, la introdujeran y extendieran los italianos por todas partes.

El nombre del juego es de origen francés y fue tomado de una capucha negra por fuera y blanca por dentro, los mismos colores que presenta el dominó. Es bastante popular en los países latinoamericanos, particularmente en el Caribe Hispano (VenezuelaColombiaRepública DominicanaPuerto RicoCubaPanamáMéxicoNicaragua etc.).

Las fichas con igual número de puntos en ambos cuadrados se conocen como dobles, mulas, chanchos o carretas. Asimismo, las fichas con uno de los cuadrados sin puntos se llaman blancas o chucha, y las que tienen un punto se conocen como pitos o unos. Así, con los doses, treses, cuatros y cincos hasta llegar a los seises. En otros lugares suelen ser nombrados Blanco(0), As(1), Dos(2), Tres(3), Cuadra(4), Quina(5) y Sena(6)

El juego generalmente se juega de a cuatro jugadores en parejas. También puede jugarse en solitario.

El objetivo del juego es alcanzar una determinada puntuación previamente fijada, jugando para ello las manos o rondas que sean precisas. El jugador que gana una ronda, suma los puntos de las fichas de sus adversarios y/o pareja. El primer jugador o pareja que alcanza la puntuación fijada al principio de la partida, gana.

La única seña válida en el juego del dominó es la «pensada». Cuando toca el turno de jugar, se tiene la opción de pensar durante un tiempo relativamente largo para hacerle entender al compañero que se tienen varias fichas del mismo número que va a tapar o que va a cuadrar. O por el contrario, jugar de inmediato, sin pensar, indica que no se tienen más fichas de ese número.

También se puede usar para confundir al contrario, haciendo creer que se tienen, o no, varias fichas de un mismo número cuando en realidad no es así. Esto se llama «pensar en falso» y en algunas modalidades del juego no es permitido.

El dominó es, en primer lugar, el juego de mesa preferido por el pueblo que habita entre el Cabo de San Antonio y la Punta de Maisí, y además, aunque se juegue en decenas de países y en muchos de ellos sea bien popular, es muy fácil distinguir a los cubanos que juegan dominó.

A pesar de que se encuentren entre jugadores de cien nacionalidades, porque al dominó se le han impregnado, en la Isla, rasgos esenciales de la idiosincrasia nuestra como la fraseología y la gesticulación, el tono de hablar y el refraneo, las actitudes vitales, el regusto por lo efímero y la pasión por el perenne recomenzar.

En el dominó en Cuba sucede un fenómeno que todavía no es explicado ni por el más brillante psicólogo. Es un juego donde se comparten las fichas de la mesa entre parejas (cualquier versión la occidental o la oriental, que es la más difundida), en medio de personas que pueden estar bebiendo ron, opinando a gritos o bajo un descomunal silencio y lo más curioso y digno de destacar es que el que pierde, su derrota es comentada ruidosamente, pero su efecto se disuelve y olvida con tal rapidez que evita el disgusto o la posible confrontación del desafortunado perdedor.

Superado únicamente por el béisbol como deporte nacional, no hay dudas de que este juego es uno de los pasatiempos más difundidos por todo el archipiélago cubano, además de ser el juego de mesa por excelencia entre amigos y vecinos de la barriada.

Información e imagen: perfil de Facebook de Inder Caibarién.

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