Cultura

El Bolero es, por fin, declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad 

La UNESCO declaró la Práctica del Bolero en Cuba y México como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, a partir de una candidatura binacional titulada «El Bolero: identidad, emoción y poesía hechas canción»

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Los diálogos musicales entre Cuba y México datan de hace varios siglos, cuando los nacidos en la península de Yucatán conocieron el bolero y lo hicieron suyo con mucha pasión y vehemencia (www.visitcubago.com)

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró la Práctica del Bolero en Cuba y México como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, a partir de una candidatura binacional titulada «El Bolero: identidad, emoción y poesía hechas canción» y presentada por la Secretaría de Cultura de México y el Ministerio de Cultura de Cuba.

La decisión fue tomada en la primera jornada de la 18 sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que tiene lugar del 4 al 9 de diciembre, en la ciudad de Kasane, Botsuana. El cónclave especializado reconoció al bolero como un elemento esencial para la identidad cultural de los pueblos cubano y mexicano.

La inscripción del Bolero en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, refleja el interés de ambos gobiernos por salvaguardar este género vocal, instrumental y bailable creado en 1833, en la ciudad de Santiago de Cuba, de gran arraigo popular en Cuba y México, que fusiona elementos culturales originarios de Europa y África y expresa los más diversos modos de sentir el amor, en medio de los avatares de la vida cotidiana de nuestros pueblos, práctica que se ha extendido a toda la región de Iberoamérica y cuya popularidad se expande más allá del ámbito de nuestra lengua.

Ambos países han diseñado un plan de salvaguardia enfocado en la educación, el fomento y la sensibilización sobre el género, con énfasis en las más jóvenes generaciones, así como en el fortalecimiento de capacidades para su interpretación, asimilación y en el reconocimiento a sus portadores, todo ello mediante el diseño y ejecución de diferentes programas y proyectos de alcance comunitario. 

En ese sentido, recientemente se realizó en La Habana el Festival Internacional Boleros de Oro que permitió la celebración de la vida artística de varios exponenentes locales e internacionales. Este festival trajo a La Habana figuras internacionales como la argentina María Elena Sosa, el español Pier, la puertorriqueña Lucy Nevares, el venezolano Leonel Ruiz, la colombiana Mary Luz Tapia y los mexicanos Rodrigo de la Cadena, Jesús Rodríguez y el cuarteto Los Miranda, entre otros y encontraron en la cita la oportunidad ideal para ratificar que el bolero debe ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad; como sucedió ahora. 

Con esta inscripción, la primera de carácter binacional que presenta Cuba, suman seis las manifestaciones culturales cubanas incluidas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, liderada por la UNESCO, lo cual constituye un compromiso mayor en el orden de la salvaguardia y gestión de esta forma identitaria de expresión cultural,  como se refrenda en la recién aprobada Ley General de Protección al Patrimonio Cultural y el Patrimonio Natural, que entrará en vigor el venidero 7 de marzo de 2024. 

DE VUELTA A LAS RAÍCES

Los diálogos musicales entre Cuba y México datan de hace varios siglos, cuando los nacidos en la península de Yucatán conocieron el bolero y lo hicieron suyo con mucha pasión y vehemencia.

Conocido es que en la segunda mitad del Siglo XVIII llegaron a Cuba una contradanza y un bolero españoles para fundirse, poco a poco, con las sonoridades aportadas por los esclavos que lograron abolir la esclavitud en Haití y los franceses refugiados en Santiago de Cuba.

Corresponde al trovador santiaguero José “Pepe” Sánchez, el papel de iniciador del bolero en la provincia de Oriente al componer cerca de 1885 el primer bolero de la historia, titulado Tristezas. Sánchez, junto a otros músicos de la bohemia como el gran Sindo Garay, interpretaba el género acompañado de sus guitarras y poniéndole mucho sentimiento a esas bellas melodías iniciales.

Tiempo después, el mexicano Guty Cárdenas sería el encargado de dotar al bolero de presencia y brillantez. Luego se destacaría como cantante de bolero Agustín Lara, quien llegó a posicionarse como uno de los compositores más importantes a nivel mundial.

Sin duda alguna, la invención de la radio a principios del siglo XX, donde los boleristas mexicanos cantaban en vivo, contribuiría notablemente al posicionamiento del bolero en el gusto popular de todos los latinoamericanos.

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