«Cuba es hija de sangre de África, y de ella recibimos valores fundamentales»
«Las estrechas relaciones entre Cuba y Angola fueron forjadas durante el aborrecible período del colonialismo y la esclavitud, cuando arrancaron forzosamente de tierras africanas a millones de sus hijos para servir de fuerza de trabajo en las duras faenas de los cortes de caña y otras actividades que demandaban alto rigor físico», reflexionó el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su intervención ante los diputados a la Asamblea Nacional de la República de Angola.
En el inicio de sus palabras durante la sesión solemne convocada por el legislativo en ocasión de su visita de Estado a este país de África Austral, Díaz-Canel agradeció la cálida invitación de la presidenta del legislativo, señora Carolina Cerqueira, para dirigirse a ese «augusto auditorio», como lo definió.
El Jefe de Estado trasladó «el más cordial saludo a todas y todos los diputados, en nombre del Gobierno y del pueblo cubanos, a quienes represento hoy en esta hermana nación, a la que llego por primera vez en calidad de Presidente de la República», dijo.
Transmitió al parlamento angolano, así mismo, un mensaje de amistad del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Esteban Lazo Hernández, y de todos los integrantes de ese órgano legislativo.
«La huella dejada en nuestro país por aquellos hijos de África, y de Angola en particular, es tan profunda que con toda convicción podemos decir que ella es parte fundamental del crisol de la nacionalidad cubana», conceptuó Díaz-Canel.
«Cuba —definió el mandatario antillano— es hija de sangre de África, y de ella recibimos valores fundamentales que explican nuestra propia existencia; pienso principalmente en la resistencia frente a la adversidad, que tantas veces se ha probado a lo largo de nuestra historia», enfatizó.
El parlamento angolano está integrado por 124 diputados del MPLA, 90 de la UNITA y miembros de otros partidos minoritarios. Es un parlamento unicameral donde están representadas las 18 provincias de Angola.
La delegación oficial cubana estuvo integrada, además, por el miembro del Buró Político y canciller, Bruno Rodríguez Parrilla; el titular de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda; la miembro del Consejo de Estado y rectora de la Universidad de La Habana, Miriam Nicado García; el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Emilio Lozada García; la viceministra primera de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Ana Teresita González Fraga, y Anayansi Rodríguez Camejo, vicetitular del Minrex, entre otros directivos.
A la sesión solemne del legislativo angolano, convocada en ocasión de la visita de Estado de Díaz-Canel, y a la que también asistió una representación de Los Caimaneros —organización integrada por miles de angolanas y angolanos que estudiaron en Cuba— y otros amigos de Cuba, la jefa del parlamento expresó «su sentida satisfacción» por la estancia del presidente antillano y su participación en la sesión de la Asamblea Nacional.
La señora Carolina Cerqueira destacó en su discurso de bienvenida la histórica solidaridad de Cuba con la causa angolana en sus momentos más difíciles, a la vez que señaló que esta visita de Díaz-Canel evidencia la solidez de las estratégicas relaciones angolano-cubanas.
Consideró asimismo que la sesión solemne celebrada en la tarde de este lunes 21 de agosto por el parlamento angolano es «un momento privilegiado para constatar los lazos de amistad y solidaridad que unen a nuestros países y pueblos».
Subrayó que la ayuda incondicional del pueblo de Cuba fue determinante para la independencia de Angola y su consolidación en el tiempo. «Los hermanos cubanos, al otro lado del Atlántico, a miles de millas de distancia —dijo—, atravesaron el océano para apoyar a los pueblos africanos en su lucha y por lograr la independencia nacional, la que fue duramente alcanzada», enfatizó.
Las tropas cubanas —añadió— fueron un pilar fundamental para la independencia de Angola, Namibia, y para el fin del régimen racista del apartheid en la República de Sudáfrica.
Fue con la operación Carlota, con batallas decisivas desarrolladas por las fuerzas angolanas y cubanas desde 1975 hasta finales de 1987, que se lograron estos objetivos, indicó, en lo cual fue vital, agregó, el papel del comandante Fidel Castro, por lo que el líder cubano ocupa un lugar trascendental en la historia africana.
Carlota, negra africana llevada a Cuba como esclava, es un símbolo de la libertad y la dignidad africana, señaló la presidenta del parlamento angolano.
Carolina Cerquera también rindió homenaje al comandante Raúl Díaz Argüelles y demás combatientes antillanos caídos en la lucha por la independencia de Angola, así como a otros patriotas cubanos fallecidos después y que hicieron de la liberación de África centro de su deber y acción, como Jorge Risquet Valdés y Rodolfo Puente Ferro, los icónicos generales Rafael Moracén Limonta —uno de los ídolos de los combatientes y el pueblo angolano— y Raúl Menéndez Tomassevich, así como los generales de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, Joaquín Quinta Solá y Leopoldo Cintra Frías, entre otros mucho jefes y combatientes cubanos que lucharon codo con codo junto a los miembros de las Fuerzas Armadas para la Liberación de Angola (FAPLA).
Con el internacionalismo, Cuba salda su deuda con la humanidad
En su intervención ante la Asamblea Nacional de Angola, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recordó palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien «dejó dicho en 1988, en un período decisivo de nuestra colaboración en Angola, que ser internacionalistas es saldar nuestra propia deuda con la Humanidad y que quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo».
«Los cubanos —expuso el Jefe de Estado a los miembros del parlamento angolano— relacionamos este principio definido por el líder histórico de la Revolución con la entrega absoluta a las luchas por nuestra independencia de los hombres y mujeres llevados a Cuba por aquella emigración forzosa que durante la segunda mitad del siglo XIX se convirtieron en leyenda dentro del mambisado cubano, peleando a machete limpio por su libertad personal y por la libertad de la Patria que nacía. Su contribución fue vital en la forja de la nación y la cultura cubanas».
Díaz-Canel citó entonces otras palabras de Fidel, a quien consideró como uno de los máximos defensores de los pueblos africanos en la historia moderna de la humanidad, y quien dijo:
«Sin África, sin sus hijos y sus hijas, sin su cultura y sus costumbres, sin sus lenguas y sus dioses, Cuba no sería lo que es hoy. El pueblo cubano tiene por ello una deuda con África que se acrecienta con la historia heroica que hemos compartido».
Al concluir la sesión solemne de la Asamblea Nacional de Angola, el Presidente cubano firmó el libro de visitas de la institución, donde ponderó y agradeció su estancia este lunes.
A la salida del edificio, el Jefe de Estado de la Mayor de las Antillas fue invitado a hacerse una foto de familia con los miembros de la bancada del MPLA y otros integrantes de la Asamblea Nacional.
Antes de retirarse del parlamento, Díaz-Canel también saludó a Los Caimaneros, angolanas y angolanos que estudiaron en Cuba, a quienes agradeció por la permanente solidaridad con la Revolución y la ayuda que han enviado a la Isla en los momentos difíciles que se ha vivido el pueblo cubano en los últimos años.
