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¿Cómo marcha la siembra de caña en el país?

El plan de siembra anual a nivel nacional, correspondiente a este año, se encuentra hasta la fecha al 41 %, lo que representa unas 59 658,9 hectáreas de caña sembradas, de las 149 334 previstas

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La cantidad de caña que se logre sembrar y la calidad con la que se realice el proceso decide, en gran medida, la estabilidad de la producción azucarera del país.

Sin embargo, ese propósito ha estado sujeto a varias dificultades, entre las que figuran, por ejemplo, la falta de combustible o su llegada tardía, los problemas de explotación de la maquinaria, la baja disponibilidad técnica de los equipos, y la escasez de fertilizantes y herbicidas, que impactaron los resultados de la siembra de la gramínea de la campaña de primavera y en la actual de frío, explicó a Granma Dionis Pérez Pérez, director de Informática y Comunicaciones del grupo empresarial azucarero Azcuba.

A esos problemas se suman otros que van más allá de la escasez de recursos, y que deben considerarse a la hora de analizar los problemas que enfrenta el sector, pues se asocian a la falta de motivación de los trabajadores y a la pérdida gradual de la fuerza laboral necesaria para llevar a cabo las principales tareas en el campo, agregó.

Pérez Pérez señaló que el plan de siembra anual a nivel nacional, correspondiente a este año, se encuentra hasta la fecha al 41 %, lo que representa unas 59 658,9 hectáreas de caña sembradas, de las 149 334 previstas.

Indicó que, actualmente, se encuentran en movimiento 39 960,9 hectáreas; «pero por la fecha en que nos encontramos, solamente se deben sembrar aquellas áreas que tienen riego, pues a partir de esta época de seca ya no llueve con la frecuencia necesaria y se corre el riesgo de perder toda la siembra».

El directivo refirió que el pronóstico es sembrar unas 9 000 hectáreas más, y lograr que el plan anual llegue a un 46 % de cumplimiento.

Significó que, hasta la fecha, ninguna empresa ha cumplido su plan; sin embargo, algunas logran resultados superiores a la media nacional, como es el caso de las empresas agroindustriales azucareras Perucho Figueredo y la Carlos Baliño, de Villa Clara; la 14 de Julio, de Cienfuegos; la Melanio Hernández, de Sancti Spíritus; la Majibacoa, de Las Tunas; América Libre, de Santiago de Cuba; y Paquito Rosales, de Santiago de Cuba.

Pérez Pérez especificó que la principal dificultad ha sido la falta de combustible, que impidió roturar las tierras a partir de abril último. También mencionó la deficiente explotación de la maquinaria disponible.

«Es importante lograr una buena siembra, pues las cañas nuevas son las de mayor rendimiento, además de que los retoños, a medida en que aumenta el número de corte, van disminuyendo su producción. Por nuestra tecnología, se considera que es necesario reponer el 14 % del área de caña cada año, para mantener los niveles de producción», consideró.

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