Cultura

Caturla entre los mejores exponentes de la música cubana del siglo XX (+Audio)

Alejo Carpentier lo llamó el músico perfecto, Nicolás Guillén el compositor inusual. Alejandro García Caturla, el remediano que perdiera la vida un 12 de noviembre de 1940

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Dicen que por estos días el halo místico de Alejandro García Caturla desciende y recorre las calles de San Juan de los Remedios; que habita en la memoria de cada remediano y pronuncia su nombre recordándolo como uno de los mejores exponentes de la música cubana del siglo XX.
Yo hubiera querido conocer al abogado y posteriormente juez con ese carácter limpio y noble. Y tan solo pensar en su muerte temprana, aquel 12 de noviembre de 1940, con apenas 34 años, a uno se le hiela el pecho.

El Museo Casa Natal Alejandro García Caturla y el Sectorial Municipal de Cultura en Remedios buscan el apoyo de disímiles instituciones y pueblo en general para recaudar bronce con el objetivo de crear una escultura a tamaño natural del eminente juez y compositor Alejandro García Caturla.


La historia de la música sería impensable sin Caturla. «Músico perfecto»» como lo llamó Alejo Carpentier, quizás porque rescatar y recrear los atributos esenciales de las culturas africanas visualizó en la nuestra la gran mezcla que somos. Así, instrumentos de la música popular se unieron al formato sinfónico en su magia creadora.
El elemento «negro»» en los arriesgados códigos de composición, recorrieron España en la década del 20 en un viaje al Festival Iberoamericano de Barcelona, donde Tres Danzas Cubanas conmovieron al auditorio. También París. Estreno de Dos poemas africanos, pieza indispensable en el naciente sinfonismo cubano.
Dicen que el piano fue cómplice de su poder de improvisación; cómplice también de reproducir las primeras melodías que escuchó sentado en las piernas de la nana negra.
Las imágenes de Alejandro García Caturla insisten en sugerirnos un hombre de cuello y corbata, pero no; no quiero dejar escapar la risa de ese muchacho amante de las fiestas rituales afrocubanas en su natal Remedios.
Ni tampoco que su casa, hoy convertida en museo, pase desapercibida en el mismísimo centro de la villa. Que no atente el tiempo contra ti, Caturla, ni contra tu terruño, que lo he hecho mío a razón de admirarte.
Quizás sean las palabras de Nicolás Guillén, escritas poco después de tu asesinato, las que mejor traduzcan la grandeza de tu ser, de tu universalidad sinfónica. Escribía el poeta que, con tu muerte, Cuba caía en un desamparo musical del que mucho tiempo tardaría en reponerse.
Alejo Carpentier lo llamó el músico perfecto, Nicolás Guillén el compositor inusual. Alejandro García Caturla, el remediano que perdiera la vida un 12 de noviembre de 1940.

Imagen: tomada de Vanguardia.

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