Siete mil pasos diarios por la salud

“El desear estar bien es una parte de lograr estar bien”, recomendó el importante filósofo del imperio romano Séneca. Y si en aquella época validó una certeza, en este escenario del siglo XXI —vibrante de malos hábitos que tiranizan la calidad de vida— esas palabras deberían tomarse como sacras.
Pero aquí el propósito no es hablar de Séneca, ni de la escuela filosófica del estoicismo, de la que fue uno de sus máximos representantes. En realidad hablaremos de una acción tan vital como cuidar la salud.
Porque ocupar tiempo en mantenerse sanos garantiza un visado seguro al bienestar, a la vitalidad del cuerpo y de la mente. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) precisa que el autocuidado responde a la capacidad que tienen las personas, las familias y las comunidades de permanecer saludables; lo que será igual a la prevención de múltiples enfermedades.
Foto: tomada de Revista Salud y bienestar
En ese sentido la OMS sugiere que protegernos adecuadamente implica tener en cuenta acciones que incluyen prácticas, hábitos y elecciones personales relacionadas con estilos de vida.
A propósito del tema, un relevante estudio publicado en la revista médica The Lancet Public Health, liderado por un equipo internacional de científicos, apunta a los numerosos beneficios que aporta el ejercicio físico. En particular, el hecho de caminar unos siete mil pasos diarios.
Al analizar los datos aportados por la investigación —que analizó a 160 000 personas adultas—, se revela que con tal cantidad de pasos se conseguiría reducir el riesgo de graves padecimientos: demencia (38 %), caídas (28 %), depresión (22 %), dolencias cardiovasculares (en un 25 %), diabetes tipo dos (14 %), cáncer (6 %). Además de disminuir en un 47 % la posibilidad de morir debido a cualquier causa.
Si bien es cierto que existen antecedentes de varios estudios afines, lo novedoso de este informe actual radica en que por primera vez se explora el impacto que tiene la actividad física en diferentes cuadros de salud. De hecho, la inactividad constante consigue incidir hasta en el 8 % de las enfermedades no transmisibles en el mundo.
Con ayuda, las personas ancianas pueden realizar pequeñas caminatas y fortalecer su estado físico y mental. Foto: tomada de
mimocare.net
En declaraciones al sitio español SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas), Borja del Pozo Cruz, coautor del trabajo e investigador sénior de la Universidad Europea de Madrid, confirmó que “este análisis muestra que caminar no solo ayuda a prevenir afecciones cardiovasculares o a reducir la mortalidad, sino que también protege frente a trastornos metabólicos, mentales y neurológicos”.
En tal sentido, argumentó que tales beneficios se explicarían porque el ejercicio influye en múltiples sistemas corporales: “mejora la sensibilidad a la insulina, estimula la liberación de endorfinas, reduce el estrés, mantiene el tono muscular, favorece el equilibrio, modula la inflamación crónica y potencia la función cerebral”.
Considerado un “metaanálisis”, este trabajo científico significa para los autores la evidencia más completa, hasta la fecha, sobre la relación existente entre el número de pasos diarios y los disímiles indicadores de salud, según detalla SINC.
No obstante, otras conclusiones muestran que, incluso, completar hasta unos cuatro mil pasos al día originaría mejores resultados para la salud, a diferencia de los obtenidos con baja actividad física.
La familia resulta esencial para enseñar a los niños patrones saludables de vida. Foto: tomada de educo.org
Otra de las revelaciones derivadas del estudio echa por tierra el viejo “mito” de caminar 10 000 pasos diariamente, creencia que el equipo de expertos juzga de “poco realista”.
No pueden perderse de vista las limitaciones que presentan determinados padecimientos como el cáncer y la demencia. Además de aquellos factores vinculados a la edad o la fragilidad, advierte el informe.
De ahí que Borja del Pozo sugiriera en sus declaraciones a SINC una escala progresiva con la cifra de los siete mil pasos como referencia de caminata accesible. Resulta un objetivo viable y motivador, puntualizó.
Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE
Más allá de los datos que registra esta indagación, y de sus conclusiones y recomendaciones, se impone entender la necesidad de transformar patrones inadecuados de vida.
Sedentarismo, alimentos perjudiciales, uso desmedido de las tecnologías, tabaquismo, consumo excesivo de bebidas alcohólicas… suelen ser algunos de los comportamientos que van en sentido contrario al mejor vivir, a la esperanza que se le ponen a los años cuando el cuerpo y la mente están saludables.
No en vano se valora a la salud como un componente y un recurso clave para el desarrollo humano. Por lo tanto, debe entenderse la actividad o el ejercicio físico como un paradigma de existencia vigorosa, que transpire calidad y mantenga a raya a una buena carga de enfermedades.
Foto: tomada de trenty.emesa
“Esto refuerza el mensaje de que promover el movimiento diario –caminar, en nuestro caso– tiene beneficios multisistémicos y puede integrarse en estrategias de salud pública más holísticas”. Así lo ve el investigador español Borja del Pozo.
Dar la primera zancada marcará la diferencia. Será el comienzo definitivo y simple al alcance de tus pies. El reto es enfocarse en llegar a completar esos cinco kilómetros que, de a poco, nos llevarán a los siete mil pasos diarios de la salud.