Natalia regresó a casa tras exitosa cirugía cerebral
Han transcurrido 12 días desde que a la adolescente villaclareña se le extirpó un quiste coloide del tercer ventrículo cerebral, lesión de inusual presencia en los reportes, incluso, de la literatura médica mundial.
Muy feliz y cargada de ilusiones para emprender su nuevo proyecto de vida, la adolescente Natalia Cabrera Rodríguez abandonó el hospital pediátrico universitario José Luis Miranda, luego de 12 días de habérsele extirpado un quiste coloide del tercer ventrículo cerebral, afección inusual en los reportes, incluso, en la literatura médica mundial.
«Estaba con nervios por si algo me salía en los últimos exámenes, pero todo en orden. Me siento bien, con un apetito incontrolable y con ganas de irme para la casa», precisó Natalia minutos antes de recibir el egreso, luego de permanecer 47 días en la institución hospitalaria, tiempo en el que arribó a sus 17 años.
La historia comenzó el pasado 16 de mayo, cuando sufrió un agudo dolor de cabeza prolongado durante el resto día, que obligó a la asistencia médica en su natal Caibarién y en la institución hospitalaria de Remedios, donde se decidió el remitido a Santa Clara.
Una vez aquí y luego de varias investigaciones de rigor, un fondo de ojo arrojó cierta hipertensión craneal. Al llegar al Servicio de Neurocirugía, gracias a la experiencia profesional y a partir de los resultados de los complementarios, se dictaminó la hidrocefalia o acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, y se decidió la intervención quirúrgica, el 21 de junio.
El acto se prolongó durante cuatro horas y media, con la participación de prestigiosos neurocirujanos, como el profesor Enrique de Jongh Cobo, de La Habana; el cienfueguero Luis Enrique Llanes Gort, y los villaclareños Ángel Camacho Gómez y Ramón Sarduy Arango, junto al equipo de anestesiología, el personal de enfermería, técnicos y auxiliares.
El proceder operatorio fue realizado sin recurrir a métodos convencionales de apertura craneal; se utilizó la vía endoscópica gracias al neuroendoscopio, aporte innovador del Dr. Llanes Gort ya empleado con excelentes resultados en el hospital general universitario Gustavo Aldereguía Lima, de la Perla del Sur.
Valoración médica
El prestigioso neurocirujano villaclareño Ángel Camacho Gómez, que ha seguido los pormenores del caso desde el quirófano hasta los últimos segundos de estancia hospitalaria, subrayó que antes de la partida al hogar se le practicó la última evaluación a partir de imágenes, con la resonancia magnética, y se observa total normalidad.
«Ya no existe el quiste. Solo aparece el trayecto del endoscopio y cierta inflamación, que es normal, sin sangre en las cavidades ventriculares ni resto alguno de lesión, ya que pudo eliminarse totalmente».
—¿Su recuperación, doctor?
—Muy favorable, con el reto cumplido al extraerse el quiste, que resulta infrecuente, y si no se puede sacar completamente, el resto de la cápsula puede reproducirse en un futuro.
«Fue un caso complejo con la participación de profesionales e instrumental de otras provincias, por lo que la satisfacción es mayor».
El futuro de Natalia
El tiempo de ingreso de la joven le ha permitido valorar algunas ideas sobre su futuro.
Si antes no tenía una definición clara de lo que deseaba estudiar, ahora se inclina por el diseño y la arquitectura.
Con la llegada del próximo período lectivo proseguirá sus estudios en el preuniversitario Rubén Martínez Villena, de la Villa Blanca, y se reincorporará al gimnasio cuando los médicos lo decidan.
Mientras tanto, sus padres, Niurka Rodríguez Rivero y Yaikel Cabrera Rosa, recordarán el 2025 como un período difícil en el que florecieron de nuevo las esperanzas ante un padecimiento que ni remotamente podían imaginar.
La vida resurge luego de habérsele retirado un tejido derivado del nacimiento, con una especie de mucosidad en crecimiento que llegaba a las vías de comunicación que conectan otras estructuras al tercer ventrículo de la cavidad cerebral.
Borrón y cuenta nueva. La familia, incluida Natalia, agradecen a quienes intervinieron en el proceso en Caibarién, Remedios, en el hospital pediátrico villaclareño, y a quienes viajaron desde otras provincias para contribuir a la feliz solución; convertidos todos en reparadores de sueños.
(Ricardo R. González)
