Envejecimiento demográfico en Cuba, más allá de las cifras
La Habana (Prensa Latina) El recurso fundamental de un país es su población, por eso decimos que es sujeto y objeto del desarrollo, afirmó en exclusiva para la sección Escáner de Prensa Latina el vicejefe de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) de Cuba, Juan Carlos Alfonso.
La ONEI, en sus más recientes informes, calificó el envejecimiento de la población como el mayor desafío del país en el ámbito demográfico por sus consecuencias e impacto en todas las esferas: económica, social, cultural, educativa e incluso medioambiental y para toda la sociedad.
El envejecimiento poblacional debe ser visto desde dos dimensiones: el adulto mayor, objeto de atención y cuidados; y, por otro lado, como sujeto que se incorpora, aporta y produce, expresó Alfonso.
“La atención al envejecimiento de la población y cómo hacerlo productivo constituye el reto fundamental de Cuba y eso es muy importante en los momentos actuales, cuando existen millones personas fuera de la edad laboral, más de 65 años en el caso de los hombres y de 60 las mujeres”, puntualizó.
Según el Anuario Estadístico de la ONEI, en 2022 Cuba tenía 613 personas de menores de 15 años y mayores de 60 (edades inactivas) por cada mil habitantes de entre 15 y 59 años de edad.
Es decir, ancianos y niños que deben cuidar y sostener los jóvenes y adultos con edad de trabajar y la cifra que aumenta paulatinamente.
Por tanto, indicó el vicejefe, “trabajas por ti mismo y para los demás, y como país debes tener población para desarrollarte; de ahí viene una de las principales características de la dinámica demográfica cubana: al decrecer la población de forma natural y también total por el movimiento migratorio”.
“Aunque la mayor parte de la población está en edad laboral, la tendencia de este grupo poblacional es a la disminución y la otra parte, que es la que crece, depende de asistencia y cuidado; por tanto, el Estado y la familia cada vez más pequeña, responden por mayor cantidad de inactivos, en su mayoría adultos mayores”, señaló.
Ello genera una situación compleja en la economía y la sociedad, o sea, en la relación activo-pasivo: cada día tendrás menos activos (quienes contribuyen a la seguridad social), explicó Alfonso al referirse al incremento del índice de dependencia, es decir, a cuántos ancianos y niños deben cuidar los jóvenes y adultos con edad de trabajar.
VULNERABILIDADES Y OPORTUNIDADES EN POLÍTICAS DE ATENCIÓN AL ADULTO MAYOR
“Cuba es un país envejecido, ese rasgo de la población debe ser visto como positivo y es un logro, hay que atenderlo, no se enfrenta porque además es irreversible, constituye un reto responder a las demandas que este proceso genera”, aclaró el doctor en Ciencias del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, Rafael Araujo.
En el proceso de actualización del modelo de desarrollo económico y social de Cuba, tanto a escala macro, como territorial y local, constituye un aspecto central la atención al envejecimiento de la población, resaltó Araujo.
Declaró que la política de atención a la dinámica demográfica cubana abarca cuatro objetivos primordiales: el primero relacionado con la fecundidad; dirigido esencialmente a estimularla y que cada familia, cada mujer, tenga los hijos deseados, en el momento que decida.
Incluye también otras problemáticas como el embarazo adolescente, las uniones tempranas, el acceso a métodos anticonceptivos, los cambios en los patrones de nupcialidad y el aborto y otros asociados a la disminución de la fecundidad.
El segundo objetivo -abundó- está ligado a la atención a los adultos mayores y el tercero, interconectado con el anterior, con el empleo; para promover que todo aquel que pueda trabajar lo haga, incluidas las personas mayores porque Cuba necesita esa fuerza y experiencia.
Un cuarto propósito enfoca la atención hacia el tema migratorio: fundamental dentro de la dinámica demográfica en Cuba y abarca tanto la salida del país como la movilidad interna, aseveró.
Como una de las proyecciones del Gobierno cubano para corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante 2024 realza la dirigida a avanzar en la implementación del principio de subsidiar a personas y no productos, lo cual requiere actualizar la identificación de las familias y ciudadanos en situación de vulnerabilidad.
En Cuba el concepto de vulnerabilidad posee una connotación especial, desde la teoría y la práctica: la utilizan los decisores de las políticas y los actores locales, pues constituye referente de clasificación de grupos con carencias que son beneficiados y necesitan de ayuda.
El acuerdo 9152 del Consejo de Ministros de 2021 declaró como vulnerabilidad social aquella que limita o dificulta la capacidad de una persona, familia, hogar, grupo, comunidad, en interés de anticipar, lidiar, resistir y recuperarse del efecto de una amenaza natural, económica, social o de salud.
La política social hacia el adulto mayor en Cuba coloca en el centro el diagnóstico, la atención y evaluación de las condiciones de vulnerabilidad de las personas con 60 años y más, ya sea desde el punto de vista económico, de salud, ambiental e incluso espiritual.
El caso de vulnerabilidad siempre está asociado con algo, declaró recientemente a la prensa nacional la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, quien alegó a su vez que ninguna persona es vulnerable solamente por tener tres o más hijos, o 60 años de edad o más.
Lo anterior incorpora el concepto de vulnerabilidad social y como parte de ella la sociodemográfica, ambos aplicados en este caso al envejecimiento de la población.
Al evaluar la implementación de las políticas de atención a las personas vulnerables, Feitó afirmó que todas las políticas sociales que se implementan tienen su expresión fundamental a nivel de comunidad y consideró crucial la participación familiar y de la comunidad en ello.
La especialista del observatorio demográfico de la oriental provincia de Holguín Olga Expósito acotó que, en el caso concreto de la vulnerabilidad del adulto mayor, el reto social para las naciones se relaciona con las necesidades que genera.
En medio del contexto que vivimos en el país debe brindarse una atención especial a los diversos programas sociales ya desarrollados, reflexionó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, al intervenir en 2023 en un encuentro para evaluar la implementación de los programas encaminados a la atención de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Por otro lado, durante el más reciente encuentro de la Comisión Gubernamental de Cuba para la atención a la dinámica demográfica se instó a los gobernadores, intendentes y cuadros de todas las instancias a tratar este tema con sensibilidad e integralidad.
Al abordar la problemática en este espacio el primer ministro, Manuel Marrero, insistió en la ampliación de las capacidades existentes y las acciones para garantizar una alimentación balanceada en hogares maternos, casas de abuelos y hogares de ancianos.
De acuerdo con el Anuario Estadístico de Salud de 2023, el número de adultos mayores albergados en casas de abuelos ascendía en 2022 a nueve mil 318. Ello representa solo un 0,37 por ciento de la cifra total de personas de la tercera edad existentes en el país.
Datos del Ministerio de Salud Pública (Minsap) hablan de necesidades insatisfechas, pues el país disponía en 2021 de 300 casas de abuelos con 10 mil 258 plazas, tres mil 516 plazas de día en hogares de ancianos y 157 hogares con 12 mil 561 camas, capacidades insuficientes si se toma en consideración el alto nivel de envejecimiento poblacional.
Por otro lado, se estima que poco más del uno por ciento de este grupo de edad requiere cuidados permanentes y otras estadísticas de la ONEI muestran que alrededor de un 15 por ciento de los ancianos viven solos.
Una inquietud en encuesta realizada en redes sociales para la presente investigación fue la carencia de opciones de atención al adulto mayor fuera del marco familiar y los insuficientes espacios para su cuidado durante el día, en función de favorecer el vínculo y el rendimiento laboral de quienes están a cargo.
Así lo validó el titular del Minsap, José Ángel Portal, al informar como objetivo primordial del Programa Nacional de Envejecimiento Poblacional la mantención de un número, cada vez mayor, de personas sanas y funcionales en las comunidades.
De este modo, la solución comenzaría por ampliar la visión del envejecimiento y verlo de manera más integral, lograr que las políticas se materialicen según las particularidades de cada espacio, y con iniciativas desde el desarrollo local pero con el sustento y amparo en leyes de la nación.
Ahora que debemos atender un grupo de desigualdades sociales que se nos han acentuado a nivel de país, la prevención y la atención social resultan necesarias porque evitan que se manifiesten expresiones de ese fenómeno, expresó en diciembre de 2023 el presidente, Díaz-Canel, en la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento).
Los criterios de los diversos usuarios coinciden además con el de los expertos en torno al desafío que representan los cambios en la dinámica y el modelo de familia asociados al incremento de adultos mayores que viven solos o desatendidos.