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¿Cuánta actualidad hay en el pensamiento económico de Fidel?

Cuarenta años después, la crisis económica y social del mundo, descrita por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, parece repetirse, pero con nuevos matices
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La visión de Fidel sobre los procesos económicos estuvo matizada por su contacto estrecho con la vida productiva del país. Foto: Archivo de Granma

«El mundo atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia». Así comenzó su libro La crisis económica y social del mundo, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, publicado en 1983. Cuarenta años después, ¿quién no se atreve a suscribir esa frase?

Muchas de las ideas allí plasmadas parecen constituir el presagio de lo que nos esperaba: las consecuencias de la unipolaridad y la hegemonía de unos pocos que deciden por el futuro de muchos.

La evaluación general a la coyuntura internacional a la que se refirió el líder histórico de la Revolución Cubana en la publicación, se refleja en la realidad de estos días. Por solo citar un ejemplo, la publicación plasma la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en la década de los 70 y los primeros años de los 80. ¿No es acaso lo mismo que está pasando en la actualidad, cuando la mayoría de las economías no crecen lo planificado?

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El pensamiento de Fidel sigue vigente, se ratificó en el XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo. Foto: Dunia Álvarez Palacios

En el panel Fidel acerca de la crisis económica y social del mundo: 40 años después, del XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, el doctor en Ciencias Económicas José Luis Rodríguez García, investigador del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), comentó que Fidel presentó este libro en la vii Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, en Nueva Delhi, la India, como informe final de la gestión de Cuba al frente de la presidencia de ese movimiento, entre 1979 y 1983.

Rodríguez García, quien fuera uno de los académicos que formaron parte del equipo de trabajo del Comandante en Jefe para la elaboración del texto, recordó que en ese momento Fidel había desarrollado un profundo conocimiento sobre las relaciones económicas en general, y las relaciones económicas internacionales en particular.

Faustino Cobarrubia Gómez, investigador del CIEM, expresó que el pensamiento económico de Fidel tiene tintes académicos, pero esta publicación es más bien un informe de denuncias sociopolíticas a la situación del mundo en ese momento.

«Lo que pasa es que, 40 años después, no solamente es la vigencia, sino que está más complicada la crisis, la cual se presenta con rasgos novedosos, desde el enfoque tecnológico, militar, comercial y financiero», apuntó.

En el caso específico de la crisis económica, comentó Cobarrubia Gómez, Fidel hizo un examen de la economía mundial con un enfoque marxista revolucionario y, a pesar de que refiere el año 1983, momento en que todavía no había ni rasgos ni atisbos de una crisis económica global, aparecían algunas tendencias y desequilibrios que presagiaban la ocurrencia de este fenómeno.

«Desde ese entonces, el Comandante en Jefe estaba apuntando perspectivas de la economía mundial en tiempos de crisis, tema que retomó en los años 2001 y 2002 ante la crisis económica capitalista y la de las tecnologías de la información», agregó.

El investigador del CIEM señaló que en aquel momento se creía que el sistema capitalista había encontrado la fórmula mágica para blindarse ante las crisis, todo decía que las «tecnologías .com» eran justamente la magia, el milagro hacia una especie de coraza para la economía capitalista. En cambio –manifestó–, Fidel fue capaz de ver allí –en el explote tecnológico– el elemento causal de las crisis.

Apuntó que entonces, en 2007, se desata la crisis en el corazón del sistema capitalista, Estados Unidos, reconocida como la gran decepción. «Esta crisis se extendió a los demás países, y lo más preocupante es que aún no termina, y evidencia una larga depresión global, tanto, que muchos países no recuperan los niveles de producción que tenían antes de este suceso», destacó.

El libro rojo –como también se le conoce a esta publicación de Fidel– es pura evidencia de los fenómenos y procesos que se están dando, en estas fechas, con relaciones comerciales y financieras: las caídas de la producción por falta de demanda, las compensaciones para los pagos de las deudas, cuando se invierte más en carrera armamentística que en colaborar o facilitar el avance de los países en desarrollo.

FIDEL Y LA APUESTA POR EL CONOCIMIENTO POPULAR

Al intervenir en este panel, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central y Presidente de la República, se refirió al movimiento de convocatoria política a nivel internacional liderado por Fidel, al que también se sumó una convocatoria de educación popular política en Cuba.

«El Comandante en Jefe concibió que las batallas se ganaban con conciencia, por lo que era necesario sembrar conciencia en los pueblos», apuntó el mandatario cubano.

Sobre lo anterior, dijo que es algo que no podemos perder de vista, porque Fidel siempre involucraba al pueblo. Recordó, además, que en 1983, tras la publicación del libro La crisis económica y social del mundo, se generó en el país un proceso de masas para estudiarlo en centros docentes, de trabajo y unidades militares.

SOBRE PROBLEMAS FINANCIEROS Y LA CRISIS DE LA DEUDA

La doctora en Ciencias Económicas Carola Salas Couse, directora del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional de la Universidad de La Habana, comentó que, estructuralmente, los temas relacionados con fenómenos financieros y de la deuda externa planteados por Fidel, tanto en el libro como en intervenciones posteriores, siguen siendo los mismos.

Añadió que Fidel fue uno de los grandes promotores de compensar la impagabilidad de la deuda externa del tercer mundo, mediante la reducción de los gastos militares, argumentado con una lógica humanista que vinculaba la eliminación de una deuda que irradiaba pobreza y sufrimiento humano, con la reducción de un gasto militar que amenazaba con conducir a una guerra nuclear.

La investigadora se refirió a los mecanismos de financiación y a las alternativas monetarias al dólar, desarrolladas por varios países que, si bien empiezan a dar pasos positivos, aún no se consolidan a la velocidad que se necesita.

Comentó, en el caso específico de los Brics, que, aunque es una integración que siembra esperanza de progreso, a medida que se inserten más países, irán mutando los intereses, y será más complicado lograr el consenso.

Salas Couse enfatizó en que «el pensamiento de Fidel sigue vigente, y es un compromiso hacer que sus ideas se cumplan».

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