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Mientras haya dificultades, tendremos un Moncada por asaltar

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Con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se realizó el acto central por el aniversario 70 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Justo a las cinco de la madrugada, y con el ritmo de la conga santiaguera recreando los días festivos escogidos para la acción, con 10 000 santiagueros en representación del pueblo de Cuba –y amigos procedentes de 26 naciones–, en el polígono de la antigua fortaleza militar se rememoró el hecho liderado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 26 de julio de 1953.

Junto a Raúl, y como parte de la generación histórica, estuvieron los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, asaltante al Moncada, y Guillermo García Frías.

También asistieron los miembros del Buró Político, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, y Manuel Marrero Cruz, primer ministro, junto a otras autoridades del Partido y del Gobierno, en el país y en la provincia.

Un videomapping recreó los hechos, mostrando a los mártires y las emotivas palabras de Fidel: «¡Condenadme, no importa! ¡Los pueblos dirán la última palabra!».

La travesía del yate Granma, los pasajes de la guerra de guerrillas que tuvo como escenario a la Sierra Maestra, y el ritmo del folclor de origen afrocubano, evocaron el triunfo de Enero y las palabras del General de Ejército: «Hoy, con la independencia ya conquistada y la presencia permanente de Fidel… por difíciles que sean las condiciones, el pueblo defenderá su Revolución socialista. La historia ha demostrado que sí se pudo, sí se puede y siempre se podrá».

Gloria a la mañana de la Santa Ana, vivas a la Revolución, a sus mártires, a Fidel, a Raúl, al Partido y a Díaz-Canel expresaron el respaldo del pueblo a sus líderes y al compromiso con el legado moncadista.

José Ramón Monteagudo Ruiz, primer secretario del Comité Provincial del Partido en Santiago de Cuba, al hacer uso de la palabra, agradeció, «en nombre del pueblo, ser la sede del acto nacional, porque la conmemoración del Día de la Rebeldía Nacional multiplica el fervor revolucionario de los santiagueros que dicen: ¡Gracias, Fidel!

«Se han transformado 81 barrios, ejecutado 1 600 acciones en varios sectores vitales y en el mejoramiento de la infraestructura vial. Fueron construidas 784 viviendas y se avanza en la siembra y cosecha de productos agropecuarios», precisó Monteagudo Ruiz, quien reiteró: «A Raúl y a Díaz-Canel les decimos que Santiago no les fallará, y siempre les esperará la victoria».

El Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en las palabras centrales, resaltó cómo «otra vez Santiago vuelve a juntarnos en una de las más entrañables celebraciones de la patria», como una especie de síntesis de lo que significa para Cuba la Ciudad Héroe, que en la jornada anterior arribó a su aniversario 508.

Dijo que hoy la historia pide hablar del tiempo de aquellos muchachos que la cambiaron, «y aquí estamos, 70 años después, y entramos sin tiros a un cuartel convertido en escuelas». Insistió en que mientras Estados Unidos mantenga el bloqueo tendremos un Moncada por asaltar; mientras no tengamos una prosperidad digna tendremos un Moncada por asaltar; cada día, cada hora, cada minuto tendremos un Moncada por asaltar.

El Presidente recordó a la nación y al mundo que desde 1959 somos un pueblo que defiende a la Revolución y el socialismo, e ilustró la severidad de la política del bloqueo a Cuba con cinco medidas que el Gobierno estadounidense impone contra la Isla:

  • Inclusión en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
  • Aplicación del Título iii de la Ley Helms-Burton.
  • Persecución a quienes nos suministran combustibles.
  • Intensa persecución y demonización de los servicios y misiones médicas internacionalistas.
  • Creación de una lista de entidades cubanas con las que los estadounidenses no pueden relacionarse.

Ante tamaña crudeza del imperialismo, el Primer Secretario sentenció que la razón está del lado de Cuba, que el bloqueo y la hostilidad aíslan a los Estados Unidos, al tiempo que agradeció las muestras de solidaridad que, desde numerosos países, nos llegan.

A la provincia santiaguera la agasajó por su historia, trabajo y resultados; por estar al frente de las más destacadas de Cuba, como lo son las de Cienfuegos y Sancti Spíritus, por su estabilidad y avance en las principales tareas, también reconoció los resultados de Ciego de Ávila y Matanzas.

Como un difícil Moncada calificó a la inflación, los elevados precios y el complejo contexto económico que, necesariamente, hay que vencer, para lograr conquistar toda la justicia social que promovemos.

Llamó a «ratificar aquí, preservar y proteger la memoria», aludiendo, de alguna manera, al principio fidelista de que los caídos «no están ni olvidados ni muertos».

Miles de voces cantaron, una vez más, el Himno del 26 de Julio, concluyendo con un enérgico viva a la Revolución.

EN BAYAMO, OTRO DESPERTAR DE «ASALTO» A LA HISTORIA

A la misma hora que hace 70 años, un puñado de jóvenes heroicos «despertó» a esta urbe con su asalto de rebeldía al otrora cuartel Carlos Manuel de Céspedes, pioneros y jóvenes rememoraron hoy, en ese antiguo enclave militar –actual parque museo Antonio (Ñico) López– la gesta del 26 de julio de 1953.

Justo a las 5 y 15 de la mañana se escucharon los disparos simbólicos con los que los bisoños asaltantes del presente, vestidos de verde olivo y empuñando los fusiles de la victoria, recordaron la heroica acción que –al unísono con el asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba–, se llevó a cabo la mañana de la Santa Ana de 1953, en Bayamo.

En el acto –presidido por la integrante del Comité Central y primera secretaria del Partido en Granma, Yanaisi Capó Nápoles, y por la gobernadora de la provincia, Yanetsy Terry Gutiérrez, junto a otros dirigentes del territorio– también se rindió homenaje a los héroes y mártires del 26 de Julio en la Ciudad Monumento, urbe en la que numerosas familias salvaron de la muerte a varios asaltantes, debido a la cacería humana desatada por el ejército de Batista tras la acción.

Al rememorar la epopeya, Reynaldo Fernández Rivero, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en Granma, significó la trascendencia histórica del asalto al cuartel Carlos Manuel de Céspedes y el ejemplo legado por aquella Generación del Centenario, para enfrentar las batallas actuales de la Revolución.

Esta juventud es leal a su historia, y lo ha demostrado en cada frente de lucha en los que han sido vitales su entrega y aporte, afirmó Fernández Rivero, quien convocó a las nuevas generaciones a mantener vivo el espíritu de rebeldía de los asaltantes, en defensa de la soberanía nacional.

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