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A 102 años del título de campeón mundial de ajedrez de Capablanca (+Audio)

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El 21 de abril se cumplieron 102 años del título de campeón del mundo del más grande ajedrecista cubano y uno de los mejores de todos los tiempos a nivel mundial.

Todos los detalles en el siguiente reporte radial:

Sobre Capablanca. (tomado de Ecured)

José Raúl Capablanca GrauperaGran Maestro cubano, gloria del deporte cubano. Campeón Mundial de ajedrez de 1921 a 1927. Se le conoció como la «La máquina de jugar ajedrez». En su carrera acumuló un total de 302 victorias, 246 tablas y 35 derrotas, ha sido el único campeón mundial que ha tenido Cuba y su trayectoria fue reconocida por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).

Campeón del mundo

En el año 1921 se celebra en La Habana el Campeonato Mundial de Ajedrez donde se enfrentaron el alemán Enmanuel Lasker (campeón defensor) y José Raúl Capablanca. El encuentro comenzó en marzo y terminó en mayo: cuatro victorias, diez tablas y sin derrotas. Lasker abandonó en encuentro, pactado a 24 partidas, cuando aún quedaban 10 partidas para que terminase.

Durante su reinado como campeón mundial de ajedrez (1921 y 1927) Capablanca no defendió el título nunca, y jugó muy pocos torneos: Londres 1922, Nueva York 1924 (que ganó Lasker y Capablanca perdió su racha de imbatibilidad ante Reti), Moscú 1925 (en que el se hubo de conformar con la tercera plaza), Lake Hopatcong 1926 y Nueva York 1927, en el que ganó a Alekhine. Capablanca se consideraba invencible, particularmente ante Alekhine, contra el que nunca había perdido en sus doce encuentros anteriores al campeonato mundial.

En 1922 Capablanca había puesto las condiciones que debía satisfacer un aspirante al título mundial, que se conocen como el «Protocolo de Londres». El encuentro por el Campeonato Mundial se jugaría a seis victorias, y las tablas no contarían. Se jugarían cinco horas diarias y seis días a la semana. Se tendrían que hacer cuarenta jugadas en dos horas y media. Los jueces y árbitros serían elegidos por los contendientes. El campeón del mundo estaba obligado a defender el título en el plazo de un año desde que fuera retado. No estaría obligado a poner el título en juego si no hubiera una bolsa de diez mil dólares, a parte de viajes y estancias. Se habría de entregar el veinte por ciento al campeón y el resto sería de premios, el 60% para el ganador y el 40% para el perdedor. Una vez aceptado el desafío el aspirante debía poner una fianza de 500 dólares. A pesar de estas normas tan claras no puso nunca el título en juego.

Pierde el titulo de campeón mundial en 1927, cuando pierde ante el ruso-francés Alexander Alekhine, el resultado cerró con seis partidas ganadas por Alekhine, tres por Capablanca y 25 tablas. Su vencedor dijo que le daría la revancha en menos de dos años, pero esto resultó incumplido, pues nunca aceptó volver a jugar con él.

Entre 1927 y 1936 jugó 14 torneos de los que ganó siete y quedó segundo en cinco, pero ya no era un mito. En 1928 comenzó a tener problemas de salud (hipertensión) y a decaer físicamente. Vivía entre Cuba y Nueva York. Cuando todo el mundo le consideraba acabado volvió a surgir con su genio más espectacular.

Últimos torneos

En el torneo de Moscú de 1936 jugaban toda una generación de nuevos ajedrecistas; los Botvínnik, Flohr, Kan, Lílienthal, Eliskases, entre otros. Lasker y Capablanca fueron invitados para dar lustre al encuentro, pero nadie confiaba en sus posibilidades. Capablanca ganó ese torneo de forma brillante, con ocho victorias, diez tablas y sin derrotas. Además, ganó a Lasker y a Botvínnik. Ese mismo año jugó el torneo de Nottingham, y lo ganó por delante de Euwe (a la sazón campeón mundial), Lasker, Aliojin (al que ganó su partida), Sammy, Reshevsky, Vídmar, Tartákover, y empatado con Botvínnik. Ganó siete partidas, empató seis y sólo perdió contra Flohr.

La última comparecencia oficial de Capablanca fue en las Olimpiadas de Ajedrez de la FIDE, celebradas en Buenos Aires en 1939, donde ocupó el primer lugar del tablero del equipo Cuba, integrado además por los ajedrecistas Francisco PlanasAlberto LópezRafael BlancoMiguel Alemán y María Teresa Mora, la cual años más tardes pasa a ser la primera maestra internacional cubana. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial la actividad ajedrecística se redujo, y ya no volvió a jugar ningún torneo.

Capablanca participó en veintinueve torneos de gran nivel, de los cuales ganó quince y en otros nueve terminó segundo. En total, sumó 318 victorias, 249 empates y 34 derrotas. Por estos resultados fue elogiado por el yugoslavo Gligoric cuando expresó públicamente:

«Capablanca sabe, los demás ensayamos.»

Imagen: Archivo CMHS.

Oneldys Santiago

Oneldys Santiago

Periodista de la emisora Radio Caibarién

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