Dice el doctor

Ventajas de cursar una especialidad médica en Cuba

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Cuba ofrece la posibilidad de formar profesionales en 66 especialidades médicas, de ellas cincuenta y seis médicas (24 clínicas; 12 quirúrgicas; 9 biomédicas; 4 básicas; 4 diagnósticas; 3 de salud pública), cinco estomatológicas; cuatro de enfermería y una en Psicología de la Salud; en todas aprendiendo haciendo en los escenarios reales de atención a la salud y asimilando las bondades de un auténtico sistema sanitario que está caracterizado por sólidos y reconocidos principios, tales como universalidad, gratuidad, accesibilidad, regionalización e integralidad, con un alcance a todos los ciudadanos en el campo y la ciudad, cualquier afiliación política o religiosa, sexo y raza, con participación comunitaria e intersectorial y una concepción internacionalista.» 

Las comunidades científica y universitaria en el Sistema Nacional de Salud de Cuba se caracterizan por una mirada multidisciplinar, interdisciplinar y con transdisciplinariedad a los problemas de salud, que propicia que cada cubano, su bienestar, acceso a la atención y derechos como ser humano, se conviertan en ejes centrales de un proceso dinámico que involucra a la formación posgraduada y el mejoramiento continuo de los entornos de convivencia, al que los residentes pueden aportar decisivamente, al tiempo que se nutren de ese enfoque holístico. 

Es tan prolífico el conocimiento, que puede confundir si no se dominan las esencialidades. De ahí que el Posgrado académico considera a la salud como uno de los ámbitos más relevantes el desarrollo social y define en los planes de estudio de las especialidades los objetivos a satisfacer durante la educación en el trabajo, pilar en que se sustenta el aprendizaje desarrollador de los residentes en ciencias de la salud. 

La salud continúa entendiéndose por muchos en el mundo bajo la lógica de oposición a la enfermedad y, en alguna medida, es vista con el prisma de viejos paradigmas. Sin embargo, en Cuba es un desafío, para los que protagonizan acciones por la salud, la necesidad de ofrecer argumentos a la luz del siglo XXI, con la constancia propia de los que hacen ciencia, para alejar lo místicomágico que aún demoniza y envuelve la enfermedad, así como el enfoque biologicista en la práctica de la medicina. 

En la formación de especialistas en Cuba se arraiga el nuevo paradigma, basado en la determinación social de la salud, valorándola en su justa dimensión, y no solo cuando se pierde o se recupera. 

Al formarse en Cuba como especialistas, los profesionales aprenden a influir positivamente sobre la biología de cada ser humano, sus estilos de vida, el ambiente que lo rodea y la organización de los servicios a su alcance, que son en definitiva los «campos de la salud»»; pero con un acercamiento mayor al entorno familiar y comunitario, reforzando la convicción de responsabilidad compartida para mejorar la salud, y mediante acciones transformadoras. 

Solo influyendo positivamente sobre los determinantes en salud se consigue reducir la morbilidad y la mortalidad, y obviamente elevar la expectativa de vida de la población.

El triunfo de la revolución cubana representó la transformación más trascendental para la salud del pueblo cubano y desde sus inicios la salud pública ha estado en constantes transformaciones acordes a cada momento histórico, amparada en la Constitución de la República de Cuba, que refrenda los principios humanistas y de solidaridad.

Las universidades y facultades de Ciencias Médicas son parte del sector de la salud y conceptualmente, la Universidad Médica es el propio Sistema Nacional de Salud.

Las ventajas de la formación como especialistas en Cuba pueden sintetizarse como sigue: 

 Cada especialidad es asumida con un perfil amplio, resultado de la convergencia e integración de saberes, con rasgos propios e integración holística. 

 Integración básico-clínica, aspecto sustantivo para comprender los mecanismos fisiopatológicos y adecuar la conducta para prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar.

 Premisa de continuar elevando, desde la formación académica, la asistencia y la investigación, el estado de salud de la población, asegurando calidad y satisfacción con los servicios.

 Principio de hacer eficiente y sostenible el sistema cubano de salud.

 Conciencia de la necesidad de sostener los conceptos fundacionales del Programa del Médico y Enfermera de la Familia, así como fortalecer y desarrollar continuamente los grupos básicos de trabajo (GBT) en la Atención Primaria de Salud, integrados por especialistas en medicina general integral, medicina interna, pediatría, ginecobstetricia y psicología.

 Estratégicamente, se defiende el fortalecimiento de la higiene, la epidemiología y la microbiología.

 Cada año, es un firme propósito reducir las tasas de mortalidad infantil y materna, a través del enfoque integral e integrado del Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI), así como elevar la expectativa de vida de los cubanos, para cuya consecución se integran varios programas de salud. 

 Los escenarios de formación son las instituciones sanitarias de los tres niveles de atención, con adecuadas interrelaciones entre ellas. 

 La formación en ciencias de la salud en Cuba garantiza las competencias necesarias a los profesionales para ejercer las cuatro funciones esenciales del Sistema: asistencia, docencia, investigación y administración.

 Una premisa fundamental del proceso es continuar la formación de los recursos humanos en el sector de la salud para desarrollar a plenitud el capital humano.

 El claustro de profesores se encuentra siempre en desarrollo, a través de la promoción a categorías docentes superiores, la categorización científica, la titulación como especialistas de grado cualitativamente superior y como Doctores en determinadas áreas del conocimiento, asegurando el progreso de la educación en el trabajo, pilar fundamental de la formación en Cuba.

 No se detiene el proceso de revisión y perfeccionamiento de los planes estudio de las especialidades, lo que permite asimilar las mejores experiencias nacionales e internacionales.

 Se desarrollan procesos de acreditación en los escenarios de formación (carreras, especialidades, maestrías, doctorado, instituciones), para garantizar una mayor calidad en el proceso docente-educativo.

 Se cuenta con un Sistema de Ciencia e Innovación tecnológica de alto desarrollo, en constante perfeccionamiento, que aporta decisivamente a la formación académica y la superación profesional. 

 Se asumen como propios los objetivos del milenio, contextualizados al país, cada provincia, municipio, área de salud e institución, para garantizar sustentabilidad en salud y elevar la esperanza de vida, entre otros indicadores.

 Se promueve la educación sanitaria para desarrollar estilos de vida y entornos favorables; estrategia de amplia y activa participación personal, familiar, comunitaria y social en la mejoría de la salud.

 Interdisciplinariedad, intersectorialidad e intervenciones sanitarias oportunas para reducir la morbilidad y la mortalidad por enfermedades transmisibles y crónicas no transmisibles.

 Se desarrolla una vigilancia epidemiológica integral, acompañada de un análisis profundo de los determinantes sociales de salud (estilos de vida, desarrollo y educación comunitaria, economía local, ambiente, ecosistema, vulnerabilidad).

 Existe una orientación certera de las políticas y los programas de salubridad en todo el territorio nacional, en cada contexto.

 El modelo cubano de formación de especialistas se fundamenta en los postulados pedagógicos del enfoque histórico-cultural, que le confiere carácter orientador al objetivo de la enseñanza, punto de partida para estructurar y desarrollar el resto de las categorías didácticas y donde el residente es sujeto de su propio aprendizaje y el docente (tutor) es guía y orientador del aprendizaje.

 En el Sistema de Salud de Cuba, en el perfil profesional de los especialistas se enmarcan cinco funciones: atención médica integral, docente, administrativa, de investigación y las especiales, todas ellas engarzadas en un sistema por la estructura de la formación ético-humanística y en el que la función rectora es la de Atención Médica Integral.

 Como resultado del análisis multilateral de las funciones profesionales definidas y de la caracterización del graduado, se define en cada plan de estudio el sistema de objetivos pedagógicos y, derivados de este, el sistema de contenidos.

 Los módulos están ordenados en el eje horizontal del año académico y el eje vertical del programa de plan de estudios, cumpliendo el principio pedagógico del orden de precedencia necesaria y relación mutua entre los conocimientos dentro de un área dada, las distintas áreas del conocimiento y su secuencia de conocimientos, los cuales obedecen a principios lógicos, psicológicos y pedagógicos.

 El sistema de objetivos pedagógicos está formulado en el lenguaje de las habilidades a lograr. 

 El Proceso docente-educativo tiene como propósito esencial el logro de un conjunto de transformaciones en la personalidad del educando involucrado, que se refieren a la adquisición, al desarrollo o la reorganización de los conocimientos, las habilidades, los hábitos, las convicciones, actitudes, otras propiedades y rasgos de la personalidad. 

 Del modelo del especialista se deriva el sistema de objetivos pedagógicos de la residencia y a partir de estos se determina el contenido de la enseñanza y del aprendizaje, así como la estrategia docente para su formación.

 La estrategia docente se orienta a organizar el proceso formativo, donde llevarlo a cabo, cuales son las tareas de enseñanza y aprendizaje, qué lugar ocupan los residentes y sus profesores, qué nexos existen entre los componentes personales del proceso de enseñanza aprendizaje, córealizar la evaluación de la competencia, así como los principios generales del Examen Estatal y del Trabajo de Terminación de la Especialidad (TTE).

 La formación se desarrolla a través de la enseñanza tutorial, donde se designa para cada residente un Tutor cuando inicia la residencia. Es un profesor del claustro que participa en su formación integral al organizar, planificar, orientar y controlar sistemáticamente la actuación y aprendizaje relacionados con las actividades docente-asistenciales establecidas en la estrategia docente y se responsabiliza con los resultados de su evaluación. Esta tutoría se realiza de forma directa e individual.  También se nombra un Tutor para el TTE, que pudiera coincidir con el tutor de formación.

 Se visualiza integralmente al paciente, como un ser biopsicosocial dentro del medio en que se desenvuelve, al cual el residente debe atender holísticamente. 

 Cada residente aplica el método de la investigación científica, con dominio de sus fundamentos teóricos y metodológicos, en la solución de problemas que contribuyan al aumento del conocimiento y el desarrollo de los procedimientos y técnicas de investigación.

 Los profesionales que se forman como especialistas en Cuba egresarán dotados de conciencia crítica, articulación de sólidos conocimientos y habilidades en el ámbito de su especialidad, humanismo, ética, responsabilidad, solidaridad, asertividad, capacidades para continuar superándose, cultivando el aprendizaje independiente, comunicarse e integrarse en equipos de trabajo.

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imágenes facilitadas por el autor

Dr. José Luis Aparicio Suárez

Dr. José Luis Aparicio Suárez

Asesor de MINSAP. Especialista de 1er y 2do grados en Hematología y Jefe de Departamento Nacional de Posgrado en la Dirección de Docencia Médica del MINSAP.

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