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Cómo pueden influir los padres para que sus hijos no fumen

Cómo pueden influir los padres para que sus hijos no fumen (+ Video)

El tabaquismo en los adolescentes puede comenzar de manera ingenua, pero suele lograr transformarse en un problema a largo plazo durante la adultez. Es que la inmensa mayoría de los fumadores adultos comenzaron a fumar en la etapa de la adolescencia. Para ayudar a los hijos adolescentes, de ambos sexos, a evitar que el tabaquismo los atrape se deben seguir determinados pasos.

MENSAJE A LOS PADRES FUMADORES

Los fumadores adolescentes predominan entre aquellos cuyos padres fuman. El padre que fuma debe dejar de hacerlo lo antes posible. Mientras tanto, quien aún no ha podido eliminar su adicción, que no fume frente a sus hijos aun desde su más tierna infancia y no dejar cosas para fumar en la casa como son los ceniceros. Se le debe explicar a los hijos, desde que tengan cabal comprensión, lo infeliz que se siente el padre con su hábito de fumar, lo difícil que es dejarlo y que lo seguirá intentando hasta conseguir dejar de fumar para siempre.

UN COMIENZO INMADURO

Comenzar a fumar en la adolescencia puede ser una forma de rebeldía o una manera de encajar en un grupo de amigos, en particular donde hay fumadores capaces de propagar entre sus iguales, intencionadamente o no, su temible adicción y por eso los adolescentes pueden fumar o también para sentirse en ambiente o independientes. Es bueno preguntarle al adolescente qué sabe acerca de fumar, y si alguno de sus amigos fuma, tratar de apartarlo de esa peligrosa amistad.

EL MENSAJE SÍ LLEGA

También es útil hablar con los hijos adolescente o de menos edad, sobre cómo las compañías tabacaleras, donde existen, tratan de influir a su favor en los conceptos sobre el tabaquismo, por ejemplo, a través de la propaganda o de la colocación inteligente de sus productos en películas que generan la percepción de que fumar es elegante, sexi, atractivo y maduro.

Los padres pudieran percibir como si el adolescente no oyera una palabra de lo dicho, pero hay que decírselos de cualquier manera. La desaprobación de los padres dejará una huella mayor de lo esperado.

PERSUASIÓN CON EJEMPLOS

Como la adolescencia es una etapa de novias se le debe recordar al hijo que fumar le da un terrible mal aliento y provoca que la ropa y el cabello huelan mal, y los dedos y los dientes los pone desagradablemente amarillos y que también puede provocar una desagradable tos crónica a veces con escupitajos flemosos. En estas conversaciones también se debe traer a colación que fumar es muy caro y se debe calcular el costo semanal, mensual o anual de fumar y se puede comparar el costo de fumar con una salida nocturna, un teléfono celular, ropa, perfumes y otros artículos esenciales para los adolescentes.

Se debe entrenar al hijo adolescente en las herramientas necesarias para rechazar los cigarrillos y ensayar cómo manejar situaciones sociales difíciles. Podría ser tan simple como decir: «€œNo, gracias. No fumo, pues padezco de»€¦»€.

CREENCIAS INGENUAS

La mayoría de los adolescentes consideran que fumar esporádicamente no los volverá adictos y que, si se hiciesen fumadores, pueden dejar de fumar en cualquier momento que lo quisiesen. Sin embargo, los adolescentes pueden volverse adictos después de fumar tan solo unos cuantos cigarros. Señálale al hijo adolescente que la mayoría de los fumadores adultos comenzaron en la adolescencia y una vez que atrapó al ingenuo, es difícil dejarlo. Y que si quiere le pregunte a cualquier adicto al tabaco que si tuviera la oportunidad de comenzar de nuevo si volvería a fumar y comprobará por sí mismo que la inmensa mayoría, por no decir todos los encuestados, están profundamente arrepentidos de haberse dejado involucrar en tan funesta adicción.

EJEMPLOS CONOCIDOS

Los adolescentes suponen que las cosas malas les suceden solo a los desconocidos. Por eso se debe mencionar a seres queridos, amigos, vecinos o celebridades que hayan tenido enfermedades, muchas veces mortales provocadas por su adicción al tabaco, para dar ejemplos de la vida real que demuestren el daño que puede provocar el tabaquismo.

Los padres no deben cansarse jamás de hablar con su hijo desde las edades más tempranas posible y, con frecuencia, sobre los peligros de fumar tabaco. No fumar jamás es una de las mejores cosas que los adolescentes pueden hacer para gozar de buena salud toda la vida.

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