Curiosas

Un Hércules en Caibarién

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Todavía hay en Caibarién quien se acuerda de «El Cristiano» y se asombra de sus curiosas hercúleas hazañas.

Este tuvo un nombre, como todos lo tienen, pero la historia popular lo guardó con ese mote, quizás porque era dueño de un alma noble, a pesar de su fuerza descomunal.

Carpintero de oficio, padre de familia y hombre de paz, jamás levantó sus manos para hacer daño a otros, eso sí, dejaba a todos boquiabiertos con extravagancias que iban desde unos bolsillos enormes en que llevaba sus herramientas hasta su inseparable serrucho dentado por ambos lados.

Su pasatiempo favorito radicaba en atravesarse la piel con alfileres y anzuelos, ante los ojos atónitos de los muchachos en derredor.

Hombre de una entereza sin igual devino leyenda entre los pobladores de Caibarién que lo aseguraban capaz de comerse de una vez una lata de cinco galones repleta de viandas hervidas.

También de echarse encima el bote con la mujer y los hijos dentro, para luego colocarlo en el mar sin que se le aflojara uno solo de sus músculos.

Los vecinos más allegados aseguraban que era descendiente directo de los guanches, primeros habitantes de las Islas Canarias, antes de que llegara la conquista castellana, y que, precisamente de ellos, le venía la fuerza extraordinaria.

Dicen que le encantaba pescar e ir al cine, que ya en el agua encendía velas en el borde de la embarcación; y que el día que rodaban su película
favorita entraba a la tertulia con lo que llevara encima: un tronco, un saco de cangrejos.

Aún hoy lo recuerdan en Caibarién, el pueblito de mar donde vivió desde su llegada a Cuba, y son contadas sus anécdotas que, indiscutiblemente, forman parte del curioso imaginario popular en la Villa Blanca.

Versionado de ACN

Imágenes tomadas de Internet

Yudith Delgado Rodríguez

Yudith Delgado Rodríguez

Periodista, directora, locutora y guionista en CMHS Radio Caibarién.

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