Cultura

Taller Martiano de la biblioteca de Caibarién, más de 20 años junto al Apóstol

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Pensar a Martí, desentrañar sus mitos y misterios, reinterpretar palabras que escribiera en circunstancias azarosas o momentos sublimes, hacerlo real, saber por qué le quisieron o traicionaron, comprender sus sentimientos»€¦han sido constantes en el Taller Martiano, que por más de 20 años reúne a caibarienenses de todas las edades, niveles escolares, ocupaciones y preferencias.

Si bien nunca fue selectivo, la propia esencia de su manera de acercarse al Maestro, marcó que este evento de la Biblioteca Municipal «€œAntonio Arias García»€, no fuera masivo, eso lo diferenció e hizo mejor respecto a maratones formales donde algunos repetían sin comprensión real lo que alguien antes llevó a los libros.

Pero, solo quien no hubiera estado en alguna de sus ediciones podría creer que tal profundidad lo hiciera elitista, nada mejor que ver a un grupo de pioneros de la enseñanza primaria educados en el amor a la naturaleza con una esencia profundamente martiana, exponer ante los talleristas, y al profesor de lenguas extranjeras que exploró los consejos de Martí acerca de ese tipo de enseñanza, o la historiadora siempre atenta al papel de las mujeres en la vida del Apóstol: su madre, sus hermanas, sus novias, la esposa, María, Carmen.

En el sobrio espacio de la biblioteca local, no faltó cada año hasta hoy, junto a la imagen de José Martí, el ramo de rosas blancas en un recipiente de agua clara, «€œpara que el vaso no fuera más que la flor»€; allí, como en sagrado recinto, cada diecinueve de mayo revivió el hombre, el patriota, el padre, el amigo, el enamorado y también el periodista, el pedagogo, el diplomático.

Corría el año 1992, llenos de agobios materiales, un grupo de caibarienenses apostaron por la elevación en los sentimientos; Martí contenía todas las claves para entender la vocación de servicio a la humanidad, el alma por encima de lo impuro, la entrega a una causa sin pedir nada a cambio.

Desde entonces, cada aniversario de su entrada a la gloria es un nuevo acicate para mejorarnos a partir de la visión individual que aportan cubanos sin academia, gente de a pie, que asumen desde sus perspectivas personales la prédica y la obra del cubano inmenso y la convierten en práctica cotidiana, ejemplo de lo que significa ser «€œprofunda y convencidamente martianos»€. Este año será diferente, pero será, de igual modo, de homenaje.

Tomado del perfil en Facebook de la periodista Raisa Guevara García

Imágenes de archivos CMHS

Edición web: Ernesto Hernández Palencia

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