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Celia, renovada en su centenario

Es tu centenario, Celia Sánchez Manduley, y vuelves a florecer en esta isla hermosa

Hoy es 9 de mayo, Celia Sánchez Manduley, y cumples 100 años. No encuentro regalo mejor para ti, combatiente renovada, eternamente joven y necesaria.

Te invito en tu centenario a recorrer mi isla, tu isla, nuestra isla, siempre tan heroica, tan altruista, tan solidaria.

Vamos a un hospital, esas instituciones que tanto amas y que se han convertido en cuarteles en defensa de la vida.

Los guerreros de estos tiempos visten con batas blancas, no duermen y como ustedes, en la Sierra y el llano, asumen la época que les tocó vivir y ahí están, insomnes, para salvar a cada enfermo, cuando una Pandemia ha cambiado la vida del planeta.

¿sabes? Ahora en tu centenario pienso en Fidel: «€œEllos hoy hubieran sido como nosotros; nosotros entonces, hubiéramos sido como ellos»€.

Tú, que acostumbras a conservar cada historia para el futuro, puedes guardar los mensajes de amor de este 2020 convulso y enaltecedor.

Mensajes de cubanos repartidos en más de veinte países bensando al mundo, de los médicos, las enfermeras, el personal de servicios y los voluntarios de tantos sectores que están ahora mismo en cada pedacito de Cuba, como Quijotes sobre Rocinantes para enfrentar la Covid.

Puedes sentirte orgullosa porque el Consejo de Ministros y el Parlamento, hoy renovados, son también parte de su legado.

Allá está aquella muchacha,e studiante de medicina, que adora las flores y que no las lleva en su cabello como tú, sino tatuadas en sus hombros, porque los tiempos cambian, las esencias no. Ella tocad por las mañanas cada puerta para pesquisar y salvar vidas, porque esa es su lucha.

Tú, que tanto amas al pueblo, mira al campesino que no se cansa de sudar sobre el surco para obtener esas producciones que se reparten a quienes más las necesitan.

Y las mujeres, marianas, Vilmas, Normas y Celias de estos tiempos, tan lindas, femeninas y guerreras como túa.

Y los niños, tus hijos de siempre, los otros valientes, resguardados en sus casas y aprendiendo para el futuro.

Ahora mismo te veo subiendo otra vez la Sierra Maestra, el Escambray, y sonríes con aquel delegado que llaga a las comundiades más alejadas, porque aquí, tal y como nos enseñaste, nadie queda olvidado.

Es tu centenario, Celia Sánchez Manduley, y vuelves a florecer en esta isla hermosa como la flor más autóctona de la Revolución y de un país que te siente presente, ascendiendo las montañas para enaltecer , junto a tu padre, médico, en la cima del Turquino, al Apóstol.

Advirtiéndonos que a la luz de cien años, tu sensibilidad, modestia, y delicadeza femenina nos acompañan, que tú estás y nos das fuerzas, en medio de difíciles circunstancias, para seguir desandando esta isla, con optimismo, con la certeza en la victoria, con tu fidelidad absoluta a Fidel, con tu risa siempre cubanísima, alumbrando el porvenir.

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