Ayudar es parte de la felicidad
En el corazón de Güira de Melena —municipio perteneciente a la provincia de Artemisa—, una escultura de Martí permanece intacta; el Héroe Nacional, reclinado sobre un taburete, deja trazos sobre su diario de campaña, ese mismo donde se recogen los nombres de las especies arbóreas que hasta hace pocos días lo acompañaban.
No hay cosa que parezca emocionar más a Yolanda del Toro Villalobos que el recuerdo del bosque martiano que hace apenas unos días les arrancó el huracán Rafael tras su paso por el occidente cubano.
Esa tarde-noche del 6 de noviembre Yolanda no fue a su casa; desde una pequeña ventana del Centro Integral de Capacitación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) estuvo atenta a cada trocito que los vientos arrebataban a esta institución que dirige hace 10 años.
«Martí no se veía, todos los árboles se cayeron, incluso, algunos como la Güira o el Espino que llevaban años ahí gracias al esfuerzo de nuestros alumnos», comentó.
Y agregó: «será difícil recuperarlos pero, al menos, cuando recogimos todo, la escultura de Martí había quedado debajo de todas las ramas, protegida».
Siete días después, no hay mucho tiempo para lamentos; la faena en el centro no se detiene pues, por si fuera poco tener que lidiar con los estragos propios y la falta de fluido eléctrico, los 35 trabajadores de la escuela se desviven en atenciones a varias brigadas que han llegado desde otras provincias del país para ayudar en la recuperación del municipio.
Hasta el día de hoy, 80 linieros de Sancti Spíritus y Holguín, 23 compañeros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y 35 afiliados de la ANAP se alimentan y hospedan en la instalación, luego de fuertes jornadas de recogida y limpieza forestal, y recuperación de la red eléctrica.
Desde Villa Clara la ayuda no se ha hecho esperar: 13 campesinos de las cooperativas de producción agropecuaria Victoria de Girón y Niceto Pérez del municipio de Santo Domingo colaboran hoy, especialmente, en tareas de recogida de árboles y escombros.
Será que la solidaridad del hombre emana con igual o mayor fuerza que los vientos de huracán, será que, como dijo Yolanda, «la naturaleza quita pero da y saldremos de esta, porque los cubanos siempre se sobreponen a los malos tiempos»; será como dijo José Martí «ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino también de la felicidad».