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El comercio electrónico cubano necesita más velocidad e intensidad

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Aunque Cuba cuenta con potencialidades para el comercio electrónico, como dos pasarelas de pago nacionales (Transfermóvil y Enzona), con más de 4 600 000 usuarios entre ambas, 7,8 millones de cubanos con móviles y 6,6 de ellos conectados a internet por esa vía, aún no se alcanzan ni la velocidad ni la intensidad necesarias para generalizar esta modalidad.

Así lo afirmó, en el espacio Mesa Redonda, Ernesto Rodríguez Hernández, viceministro de Comunicaciones. En palabras del propio directivo, es necesario el avance porque el comercio electrónico contribuye a una mayor eficiencia, eficacia y transparencia en la administración pública, y a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

El viceministro apuntó, además, que aunque se ha incrementado el uso de tarjetas magnéticas para realizar operaciones electrónicas, aún es un empeño limitado que no alcanza los niveles de ejecución necesarios.

No obstante, recordó las bondades del pago electrónico teniendo en cuenta que los cajeros con los que cuenta el país no son suficientes, y 99 municipios no disponen de ellos.

Por su parte, Julio Antonio García Trápaga, director de Comercio Electrónico de Etecsa, destacó el éxito de Transfermóvil como proyecto de pagos electrónicos en Cuba, el cual ha permitido la diversificación de estos pagos durante más de ocho años.

La pasarela, utilizada por uno de cada dos miembros de las familias cubanas, maneja mensualmente 75 millones de operaciones, resultados superiores a los del año anterior, y con una tendencia al aumento que se ha mantenido durante los últimos cinco años.

Además, la pandemia impulsó la implementación de pagos electrónicos en las tiendas virtuales, lo que ha sido un paso importante para la sociedad cubana. También se ha extendido el pago de impuestos y trámites de identidad y migración a través de medios electrónicos, y se incrementa la accesibilidad de segmentos poblacionales, como las personas con discapacidad visual.

Un aparte dedicó el director de Comercio Electrónico de Etecsa al Monedero Móvil, pues permite la inclusión de quienes, por cuestiones de edad u otras, no tienen tarjeta bancaria. En ese grupo poblacional, dijo, están los jóvenes de entre 18 y 22 años.

Por su parte, Inalvis Smith Luben, viceministra de Comercio Interior (Mincin), agregó que la primera etapa del comercio electrónico en esa actividad comenzó en 2019, por los Terminales de Puntos de Venta (TPV) en las tiendas de materiales de la construcción, y que en 2020 se amplió con el empleo del código QR.

 Se trabaja actualmente en las tiendas virtuales, con el empeño de ampliarlo no solo a las tiendas de la red del comercio interior, sino también a los establecimientos de servicios, en las unidades empresariales de base de la gastronomía perfeccionada.

En cuanto al comercio electrónico entre empresas, explicó, se piensa desplegar este año, iniciando por La Habana, con una unidad mayorista y otra minorista.

La ampliación del comercio electrónico en la actividad regulada por el Mincin está vinculada al proceso de informatización de las oficinas de registros de consumidores, que está hoy en un 98 %, y con el desarrollo de la bodega virtual.

La meta, precisó, es asegurar que la totalidad de los establecimientos del comercio minorista de subordinación local –entiéndase gastronomía, servicios y la venta de mercancías– tengan la opción del pago por medio electrónico en modalidad de Código QR.

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