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Cuando dos países defienden la solidaridad y no el sometimiento

El lunes 30 de octubre del año 2000, Fidel y Chávez, los fundadores, al estampar con sus firmas el documento, le daban nombre al recién nacido Convenio de Colaboración Integral Cuba-Venezuela

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A 21 años de firmado el Convenio de Colaboración Integral Cuba-Venezuela, su saldo habla de las razones que tenían los dos grandes que lo fundaron.» Foto:» Jorge Pérez.

El «parto»» se anticipó en diez meses a la «inscripción»», inducido por la Tragedia de Vargas (hoy estado La Guaira), cuando, harta de lluvia, la montaña se precipitó al mar, dejando a miles sin vida y a otros tantos sin casa, en su diabólico recorrido.

Males poscatástrofe asediaban a muchos más. Entonces, desde Cuba llegaron manos amigas, venían a salvar. Se invertía así en las cuartillas, lo acostumbrado: no se actuó primero a partir de lo escrito, se escribió desde lo hecho, para luego hacer más, Barrio Adentro, Corazón Adentro por Venezuela.

Así fue como, el lunes 30 de octubre del año 2000, Fidel y Chávez, los fundadores, al estampar con sus firmas el documento, le daban nombre al recién nacido Convenio de Colaboración Integral Cuba-Venezuela. La rúbrica antecedió el retorno del Comandante en Jefe a su patria, tras cinco días en la de Bolívar. «Ha sido un viaje magnífico, excelente y de consecuencias para nuestras relaciones de hermandad y de lucha común, de unidad bolivariana y martiana»», adelantó, antes de regresar.

Que aquella fue otra premonición del líder cubano lo dicen las «consecuencias»», esbozadas ahora, sin adornos, achicamientos ni hipérboles, por Julio César García Rodríguez, jefe de la Oficina de Atención a las Misiones Sociales en Venezuela.

El convenio ha marcado un hito en las relaciones de nuestros dos pueblos y gobiernos. En 21 años de implementación, más de 255 000 colaboradores cubanos, de 26 organismos, instituciones y empresas, han prestado servicios aquí.

Hoy trabajan en Venezuela 22 000 compatriotas, en 12 misiones sociales. Han crecido los servicios dirigidos a preservar la salud y elevar la calidad de vida del pueblo venezolano; también a formar educadores, impulsar el programa energético, y ahora el alimentario. Igual en el rescate y preservación de las tradiciones, mediante los proyectos de Cultura Corazón Adentro. El convenio agrandó la solidaridad entre nuestros pueblos; es la concreción del ideario de Bolívar y de José Martí, de Fidel y de Chávez.

«€“La misión educativa aquí, ¿aplicó el método Yo Sí Puedo?

«€“Sí, y fue un hito. Para alfabetizar poblaciones indígenas, campesinas, grupos autóctonos; la Operación Milagro nace precisamente de ahí; muchas personas no podían aprender a leer ni a escribir, por trastornos oculares, entonces se les devolvió la visión, la luz. Unos cuantos de esos seres humanos han alcanzado nivel escolar superior. Hoy estamos defendiendo 222 maestrías; esos y otros muchos resortes del convenio, dan la claridad de cuántas razones tenían los dos grandes que lo crearon.

Nuestra colaboración ahora se adapta a las circunstancias adversas, para solucionar los problemas actuales. La coyuntura que vive el mundo, los bloqueos a Cuba y a Venezuela, no han podido paralizar el proyecto.

Ante el contexto desfavorable nos hemos unido más todavía; y esa unidad obra soluciones. Detrás del convenio hay un sentido de independencia, de lucha, victoria, soberanía; no de sometimiento.

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