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Ya hay cubanos que han invertido para tener energías renovables en casa

La inversión es grande y los clientes que ya lo lograron lo tienen claro, pero con la mentalidad adecuada se pueden amortiguar los costos y seguir beneficiándote, sobre todo ahora que se acrecientan las acciones del país para darle mayor uso a las fuentes de energía renovable

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Amel Herrera Fonte tiene en su hogar cuatro paneles solares de 250 watts cada uno, lo que representa un kilowatt de potencia.» Foto:» Ismael Batista Ramírez

Una necesidad para Cuba, sobre todo en estos tiempos, es la introducción, también en el sector residencial, de sistemas fotovoltaicos y otras fuentes renovables de energía, una práctica eficiente que contribuye a la sustitución progresiva de los combustibles fósiles en la generación de electricidad, a la elevación de la eficiencia y, por supuesto, al ahorro.

Amel Yashar Herrera Fonte es uno de los cubanos que, cuando se puso en vigor el Decreto Ley No. 345 sobre el desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía, en el año 2019, se aventuró a probar en su hogar estos recursos, para amortiguar el consumo energético de su negocio por cuenta propia. De sus experiencias, de aproximadamente dos años y medio, conversó con Granma.

«Lo primero que hice fue buscar información sobre su funcionamiento y cómo emplearla a mi favor, pues antes de adquirir el equipo tenía que tener en cuenta los aspectos técnicos, la explotación del medio y los beneficios y desventajas que traería el sistema»», comentó.

Para ese entonces, acotó Herrera Fonte, la empresa Copextel había comenzado un proyecto con la intención de vender estos equipos a la población y así fue como compró sus paneles.

«Antes de la Resolución de 2019 no me arriesgué a importar ninguno, porque había varios problemas técnicos sin solucionar, entre ellos, la incertidumbre de si la une se hacía responsable o no de la conexión a la red, y tampoco estaba claro cómo se iba a gestionar la energía que se inyectara a la red nacional»», aclaró.

Hoy, Herrera Fonte cuenta con cuatro paneles solares de 250 watts cada uno, lo que representa un kilowatt (kW) de potencia. Estos tienen un sistema de inyección, que permite consumir energía directamente del panel según este la vaya produciendo y, al final del día, la energía acumulada durante las horas de sol que no se haya consumido en la casa se inyecta automáticamente a la red.

Otras fuentes renovables ventajosas

«Muchas personas me preguntan si cuando se va la luz los paneles siguen funcionando, y les explico que estos sistemas de inyección no funcionan así, porque si los paneles continúan entregando energía a la red mientras quitan la corriente para hacer alguna reparación, podrían causar accidentes a los operarios»», comentó Herrera Fonte.

No obstante, así como estos sistemas permiten consumir la energía conforme se produce, existen sistemas híbridos que utilizan baterías, lo que permite almacenar la energía que no se haya consumido, para decidir luego si inyectarla a la red, consumirla más adelante o acumularla, explicó con humildad, pero con la sapiencia de quien investigó para poner en práctica un uso más eficiente y acceder al equipo que, tal vez, más le convenía.

Sus fundamentos coinciden con la explicación del ingeniero Erdey Cañete Tejas, director adjunto de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía (Onure), quien no solo diferenció entre los distintos tipos de sistemas fotovoltaicos, sino también en los otros equipos de esa misma clase y sus ventajas.

Ampliar las posibilidades de las personas naturales para que puedan adquirir estos recursos es una premisa por la que hace ya poco más de un mes se liberó de aranceles la importación de sistemas fotovoltaicos y otro grupo de fuentes renovables, como los calentadores solares de agua, las bombas fotovoltaicas, los pequeños aerogeneradores, las motobombas a biogás, el alumbrado solar y los sistemas de aire acondicionado solares.

Anteriormente, recordó, se podían importar los sistemas fotovoltaicos y se veían como una planta de generación de electricidad normal, pero con aranceles de hasta 500 pesos que iban al valor de importación, con el límite de mil pesos por los naturales. Mas, con las nuevas medidas ya nada de eso es necesario, lo que solo trae beneficios para quien los entre al país.

Respecto a las otras tecnologías, subrayó, también son necesarias fomentarlas porque son beneficiosas. Por ejemplo, un calentador solar puede ahorrar por vivienda, si se usa en el calentamiento para la precocción de alimentos o en el baño en sustitución del eléctrico, alrededor de 40 a 45 kWh mensuales.

Un motor de agua para una vivienda promedio podría estar oscilando sobre los 500 watts de potencia, eso quiere decir que también hay ahorro significativo, además no solo sirve para la acumulación de agua en un edificio o en la placa de la casa, sino también para los campesinos, así que si tienen la posibilidad de importarlo deberían planificar y hacerlo.

Una bomba de biogás, agregó, es bastante oportuna, porque a veces logramos construir los biodigestores, tenemos el biogás pero no en qué utilizarlo. Un ejemplo clásico es el de los criadores de cerdos, pues esos productores que tienen una cochiquera y cuentan con el biogás, pueden importar la motobomba para el riego, y generar la electricidad que necesitan para otras cuestiones.

Por último, están los sistemas de aire acondicionado con sistemas híbridos, un equipo con sus características puede ahorrar hasta un 50 % del consumo, por supuesto si se usa en los horarios del día cuando hay sol, porque no tiene acumulación.

No obstante, aclaró Cañete Tejas, un aire de esta clase cuesta el doble prácticamente que los comunes, pero estaría impactando en la mitad del consumo, y al ser la tarifa escalonada el consumidor pagaría mucho menos que la mitad. Para un trabajador por cuenta propia cuyo negocio es la renta, por ejemplo, esto constituye una buena alternativa.

¿No puedes importar? Hay otras vías, aunque los precios»€¦

La variante a la importación en las fuentes renovables de energía, argumentó Cañete Tejas, es la venta en la cadena de tiendas de Cimex. Allí, ahora mismo, están los calentadores solares, bombas solares, sistemas fotovoltaicos para conexión a la red y los aislados con acumulación.

Lo más viable, que está en proceso de oferta, es el sistema fotovoltaico híbrido, es decir, que tiene acumulación y al mismo tiempo está conectado a la red, lo que implica que se pueda inyectar a la red, que pueda tener electricidad cuando falte el servicio eléctrico y que pueda utilizar la energía acumulada en el día durante la noche, aconsejó el especialista.

No obstante, lamentó, no se han vendido hasta la fecha. Desde que se abrió la tienda, hace ya poco más de un mes, el precio sigue siendo muy alto, eso se ha identificado como una de las principales barreras, aun  cuando son competitivos con la región.

Otra forma de adquirir paneles es la que utilizó Amel Herrera Fonte, la venta por mercado electrónico, una alianza de Copextel, mediante Cuba Electrónica y Citmatel, a través de la cual se han vendido solo ocho equipos.

Aunque también tienen precios altos, reconoció Herrera Fonte, se han bajado paulatinamente.

Mientras, otra opción adecuada y que podría ser muy viable para muchos hoy es la contratación de potencia a través de la cuenta de la une, significó el Director adjunto de la Onure.

Por esta vía, usted no va a contratar un sistema físico en la vivienda, sino que va a hacer un convenio con la une, a razón de 1 500 en mlc por kW pico contratado, del que va a recibir un beneficio en un periodo de 20 años, durante ese tiempo, la une descontará de su consumo mensual 125 kWh, puntualizó.

Para entender cómo funciona, ejemplificó, se puede tomar como muestra un cliente que consuma más de mil kWh. «Este tendría que enfrentarse a una tarifa de 10,80 pesos, si se le descuentan los 125 kWh mensuales, significan un ahorro de 1 350 pesos todos los meses y cada año 16 200 pesos»».

En resumen, si el sistema cuesta 1 500, a un cambio de 24 pesos, costaría 36 000 pesos la contratación. «Entonces a los dos años, más o menos, se recuperó ese gasto»», pronosticó el directivo.

Las ventajas de esta alternativa, aseguró, es que al no tener el sistema físico en su casa se despreocupa del mantenimiento y del desmontaje en caso de desastres naturales. Aunque aclaró: «una desventaja es que cuando no haya electricidad en la red no habrá en la vivienda»».

Las personas se preocupan por el precio, y es lógico, «pero todos son competitivos con la región, para eso se hizo un estudio de mercado y están en moneda libremente convertible porque hace falta reordenar los financiamientos y lo que se logre de los clientes que contraten cualquiera de las formas servirá luego para la construcción de los grandes parques renovables a los que aspiramos tener»», apuntó Cañete Tejas.

«Los precios se están estudiando, no son inamovibles, la estrategia es ir haciendo cambios a medida que lo amerite. Claro, la incertidumbre de las personas por lo que ha significado la pandemia, el paro de los negocios, igual que el cambio en el mercado informal, son factores determinantes para que no gasten en esto. Mas, no quedan dudas de que son ventajosos»», destacó.

Además, adelantó, existe otra proyección y es la venta de sistemas fotovoltaicos en moneda nacional. Según el directivo, se está trabajando para que se establezca a fines de año o inicios del que viene.

Ciertamente, la inversión es grande y los clientes que ya lo lograron, como Amel Herrera, lo tienen claro, pero dice él que con la mentalidad adecuada se pueden amortiguar los costos y «seguir beneficiándote, sobre todo ahora que se acrecientan las acciones del país para darles mayor uso a las fuentes de energía renovable.

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