Especiales

La Covid acecha a nuestros pequeños fugitivos (+Audio)

corona ninos

Seguramente recuerda la serie cubana «€œLos pequeños fugitivos»€, transmitida para los más pequeños de casa hace ya algún tiempo, y que narra las aventuras de tres niños de distintas clases sociales que en la Cuba de los años 50 tienen que huir de Ernesto Quiroga, el malo, el personaje antagonista de esta historia; por suerte, de ficción.

Pero ahora, tristemente debo contarles una historia real, también con niños y muy a mi pesar, además, fugitivos. Sí, fugitivos de estar en casa, de cuidarse, de cuidar también a los más vulnerables de la familia, de estudiar.

Porque a pesar de que continuamente se insiste en la necesidad de que nuestros niños permanezcan en casa para evitar el contagio con la COVID-19 en Caibarién pareciera que la pandemia ya pasó.

Pudiera mencionar los repartos Van Troi, el malecón, el Paseo Martí, las áreas del Reparto Mar Azul y muchísimos barrios donde los juegos de fútbol en la calle suceden a diario y a la vista de todos. Y no se trata de un capricho, de que los menores no jueguen, pero»€¦ no es el mejor momento, ¿no cree?.

La provincia experimenta un aumento del número de casos positivos al nuevo coronavirus, de ahí la necesidad de protegernos. Para que tenga una idea, desde la aparición de los primeros casos en Cuba han sido diagnosticados con la enfermedad más de 6 mil 300 menores y Villa Clara resulta una de las provincias más afectadas con trasmisión del Sarv-CoV-2 en edades pediátricas.

Hasta la fecha, escuche bien, en Caibarién resultaron positivos al virus un lactante, 2 niños de entre dos y cuatro años, siete menores entre 5 y 10 años e igual cifra entre las edades de 15 y 19 años.

Y no se trata solo de contraer o no un virus que puede ocasionar la muerte, sino también de las secuelas que luego quedan. Un estudio realizado en pacientes de edades pediátricas en Villa Clara asegura que poco más del 32 por ciento de los contagiados desarrolló conductas de riesgo al enfermar, como el sobreconsumo de tecnologías, comportamientos rebeldes y desafiantes, voluntarismo, exceso de apego, irritabilidad, miedos y pesadillas.

Otro 14,1 por ciento tuvo trastornos por ansiedad de separación, depresión, fobias, pánicos y tics transitorios. Súmele a ello que más del 20 por ciento de los casos evaluados arrojó afecciones cardiovasculares.

La familia tiene que proteger a los menores. La manera menos costosa y más efectiva para enfrentar la pandemia es no exponernos ni enfermarnos. Quien vive con niños, que los cuide más.

Se trata de vivir con responsabilidad, porque como Ernesto Quiroga, la Covid acecha a nuestros pequeños fugitivos.

Imagen: tomada de Granma.

Frank Rodríguez

Frank Rodríguez

Periodista, director y guionista de programas de radio y televisión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *