Historia

Orestes Acosta Herrera, un hijo de Remedios (+Audio)

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Solo 25 años tenía el Capitán Orestes Acosta Herrera, cuando en aquella madrugada del 15 de abril de 1961 desapareció en el aire.

Cumpliendo las órdenes del comandante Raúl Castro, realizaba un vuelo de reconocimiento sobre Baracoa, debido al despliegue de naves norteamericanas en la zona. El bombardeo a Santiago de Cuba, no había sido una acción de distracción, era un objetivo de neutralización planificado por la CIA, para apoyar la operación Marte. Esto indicó a las autoridades cubanas que había llegado el momento cumbre de la agresión.

Orestes había despegado en un T-33, para esclarecer la información. Eran casi las 3 de la madrugada, cuando una llamada por radio interrumpió el silencio de la noche: “No he podido ver nada en Baracoa, pues la noche está muy oscura. Prepárenme el avión para salir nuevamente”.  El teniente y amigo Canciano, reconoció la voz del Capitán Orestes Acosta y admiró el coraje del amigo sin imaginar que sería la última vez que escucharía su voz.

Eran casi las 3 de la madrugada, solo un minuto lo separaba del aeropuerto de Santiago de Cuba cuando su avión desapareció. Todo indica, que fue derribado por un navío o por un cohete aire-aire lanzado desde un avión norteamericano. Así, este remediano, se convertía en el primer combatiente caído en el preludio de la invasión mercenaria.

La pérdida del ser querido fue un golpe muy duro para la familia Acosta Herrera. Así lo recuerda su hermana Estrella.

Orestes Acosta había compartido su vida entre las labores agrícolas, ayudando a su padre en el trabajo de la finca y el quehacer revolucionario.

Su trayectoria revolucionaria, aunque breve, se consolidó a partir de sus relaciones con los comandantes Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos.

Orestes participó en la búsqueda incesante de Camilo. Entre lágrimas vuelven a la memoria los recuerdos de aquellos duros momentos en los que su hermano participaba de la lucha por la liberación.

Intensa fue la labor de Orestes Acosta, aquel guajiro, que con su modestia y sencillez se fue ganando la confianza de los líderes de la Revolución. Aquel padre y esposo ejemplar, hijo amado y hermano imprescindible, se convirtió en un paradigma para su familia.

*Departamento Investigaciones Históricas. Oficina del Conservador de Remedios.

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