El Toque: un aliado de la guerra económica de EE.UU. contra Cuba

Las acciones de estas plataformas forman parte de una estrategia estadounidense para debilitar a los Gobiernos de Cuba y Venezuela mediante la guerra económica.
En el contexto de las políticas hostiles de Estados Unidos hacia Cuba, plataformas digitales como El Toque han emergido como actores influyentes en los mercados informales de divisas, con efectos profundos en la economía del país caribeño.
Fundado en 2014 como medio digital «independiente», El Toque se define en su sitio web como «una plataforma multimedia independiente enfocada en contar Cuba en su diversidad, compleja, creativa y también a veces dolorosa u oculta».
En sus inicios, se enfocó en temas sociales, legales y económicos en Cuba, pero su relevancia creció tras la unificación monetaria de 2021, que eliminó el peso convertible (CUC) y desencadenó una devaluación del peso cubano (CUP) debido al Bloqueo Económico Comercial y Financiero estadounidense, la crisis generada tras la pandemia de COVID-19 y las llamadas «distorsiones» de la economía en el país.
La escasez de divisas fortaleció el mercado informal, donde El Toque se consolidó como referencia para las tasas de cambio del dólar, euro y Moneda Libremente Convertible (MLC). Según su sitio web, la plataforma calcula la Tasa Representativa del Mercado Informal (TRMI) con base en la mediana de anuncios de compra y venta en redes sociales y plataformas de clasificados, actualizados diariamente.
Este rol lo convirtió en un pilar de la economía informal cubana, donde las tasas de cambio determinan el poder adquisitivo real.
Financiamiento: Cuestionamientos sobre su Independencia
El Toque declara recibir fondos de organizaciones internacionales que supuestamente promueven el periodismo independiente, incluyendo la Open Society Foundations y el National Endowment for Democracy (NED).
Estas entidades, con sede en Estados Unidos, han sido asociadas con proyectos de cambio político en países como Cuba y Venezuela. Un dato que contradice lo que plantean en su descripción cuando dicen que «no responde(n) a los intereses de ningún partido político ni gobierno, dentro o fuera de la isla. Exigir transparencia al Gobierno cubano y a sus funcionarios, así como mantener la vigilancia sobre el poder son parte fundamental de nuestro día a día».
Al respecto, un informe de la plataforma Cubadebate señala que el NED, financiado por el Congreso estadounidense, ha destinado millones de dólares a medios que buscan influir en la opinión pública cubana.
Ejemplos similares a El Toque figuran en Venezuela; el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, Granma, cita a la economista venezolana Pascualina Curcio, quien argumenta que el financiamiento de El Toque refleja patrones similares a los de DolarToday en Venezuela, sugiriendo una agenda de desestabilización económica orquestada desde Washington.
Aunque El Toque niega manipulación directa y afirma que su TRMI responde a dinámicas del mercado, la falta de transparencia sobre el uso de fondos y la ausencia de auditorías independientes generan escepticismo sobre su neutralidad.
En ese sentido, vale acotar que El Toque recopila datos de plataformas como Facebook, WhatsApp, Telegram y sitios de clasificados como Revolico, mediante algoritmos de inteligencia artificial para procesar transacciones de divisas.
José Jasán Nieves, editor de El Toque en una entrevista explicó que la TRMI se basa en la mediana de precios publicados en estos espacios, ofreciendo un valor actualizado en tiempo real.
Sin embargo, la falta de claridad sobre los procesos de filtrado de datos y la ausencia de regulación externa refuerzan las acusaciones de que El Toque contribuye a la devaluación del peso cubano, exacerbando la inflación y la desigualdad.
«DolarToday», una plataforma basada en Estados Unidos, desempeñó un rol comparable en Venezuela, fijando tasas de cambio paralelas que alimentaron la hiperinflación y la devaluación del bolívar, la moneda nacional de ese país.
Según Razones de Cuba, «DolarToday», que fue desmantelada junto a otros sitios como “Monitor Dólar Venezuela”, “Al Cambio”, “BilleteraP2P» el pasado 20 de mayo tras la detención de 25 individuos, entre community managers, programadores, operadores de billeteras electrónicas y proveedores de liquidez, utilizaba datos de transacciones en la frontera colombo-venezolana, a menudo inflados, y recibía financiamiento encubierto de agencias estadounidenses.
El Toque comparte algunas similitudes con esos sitios: depende de datos de redes sociales y carece de auditorías independientes.
Tales plataformas devinieron referencias para los mercados informales, influyendo en los precios de bienes y servicios. En el caso de las venezolanas, durante años operaron el mercado informal de divisas al margen del control estatal, sin dar oportunidad al Gobierno de retomar el control del tipo de cambio.
Sin embargo, la desarticulación de sus grupos, que operaban dentro de Venezuela poniendo en práctica el terrorismo financiero, propiciará al Banco Central de Venezuela (BCV), establecer los valores de las monedas de curso legal en el país.
En Venezuela, dichas plataformas han sido señaladas por inducir pánico económico, un fenómeno que analistas como Curcio ven reflejado en las operaciones de El Toque. Medios cubanos como Cubadebate y Granma argumentan que forman parte de una estrategia estadounidense para debilitar a los Gobiernos cubano y venezolano mediante la guerra económica.
Impacto Actual: ¿Herramienta Informativa o Arma Económica?
En Cuba, la tasa de cambio informal alcanzó los 385 CUP por dólar en julio de 2025, según El Toque, elevando los costos de importación y los precios internos.
Para este 8 de julio la tasa determinaba que el cambio del dólar por pesos cubanos es de 385 pesos cubanos por un dólar. Foto: Tomada del perfil del Facebook de El Toque.
La influencia de El Toque en la economía cubana es significativa. Su TRMI, presentada como un reflejo del mercado, ha sido criticada por el Gobierno cubano como un instrumento que amplifica inflación y devaluación.
La dependencia de datos no verificados y la falta de auditorías externas alimentan estas críticas. En un contexto de crisis, donde el mercado informal define el acceso a bienes esenciales, El Toque trasciende el ámbito informativo y plantea interrogantes sobre su rol en la inestabilidad económica.
Lo ocurrido en Venezuela y Cuba ilustra cómo plataformas digitales pueden moldear economías en crisis, amplificando dinámicas que afectan a las poblaciones de Cuba y Venezuela. Las evidencias de financiamiento externo y las limitaciones en su metodología sugieren que estas plataformas podrían alinearse con estrategias de guerra económica, desafiando la soberanía de ambos países.